—Gracias, Tomoe. Iré al agua un momento. ¡Ya regreso!– Esbozó una enorme sonrisa y caminó por la arena hasta llegar a la orilla sintiendo el agua fría sobre los pies.

Aperturó el frasco del bloqueador y lo aplicó sobre la piel de la castaña en brevedad. Cómo un experto abarcó cada zona y culminó sobre las manos de la chica, luego de pasar por sus brazos. — Estás lista—

—Terminó por levantarse cuando le recordó del protector solar, así que tomó asiento frente a él y tomó su cabello colocándolo a un lado de su rostro— ¿Me ayudas por favor?

— Antes de ir al agua, debes aplicarte el protector solar — Menciono mientras cerraba la botella, así tomó la mochila que llevaban para buscar tal artículo.

Gracias.—Tomó la botella abriéndola y dando un largo trago para después suspirar, el clima era perfecto y nada mejor que agua fría para refrescar un poco—

Tomoe compro ambas botellas y le entregó una a la menor, el vendedor se retiró y él por su parte abrió está para beber el contenido.

Si, claro. Me gustaría. —Levantó el rostro para mirar a Tomoe y al vendedor que estaba junto a ellos—

— ¿Quieres agua?— Cuestionó tomando la botella entre sus manos, el vendedor aguardo a la respuesta de la jovencita.

Tal vez en un rato lo haga, por ahora me encuentro muy cómoda aquí contigo, Tomoe. —Le regaló una gran sonrisa antes de volver a acomodarse y tomar algo de sol—

— Fuiste tan insistente con esta salida que me sorprende que no te acerques al agua— Soltó un suspiro de pesadez e hizo una señal a la persona que vendía agua.