—Se que no debo mezclar mis sentimientos personales con el trabajo, pero no puedo evitarlo. Nunca dejaré que te apartes de mi lado. No quiero... Pasar por ello de nuevo.—
[code]Se llevo una sorpresa cuando Onodera no hizo por detener sus acciones, entre abrió sus ojos para poder ver su rostro, estaba demasiado rojo pero todo indicaba que esta ves lo haría suyo.
Al fin Onodera lo había aceptado, esta vez sin tomarlo a la fuerza como ya se había hecho costumbre.
Volvió a cerrar los ojos continuando con el pasional y húmedo beso, terminando por abrir sus jeans y sin perder tiempo, envolvió el falo de Onodera con sus largos pero varoniles dedos, realizando movimientos envolventes al tiempo que realizaba un lento vaivén.[/code]