-Cruzó los brazos y cerró los ojos por un momento hasta que recordó algo. Abrió los ojos y miró fijamente a su contrario, caminó hacia él para agarrarle del brazo y jalarlo con suavidad, haciéndole caminar junto a ella. Continuó su camino hasta llegar aún sitio completamente apartado de las personas; no era el mejor lugar pero almenos podrían platicar a gusto.‐ Es una pena que tengamos que hacer esto... Lamento traerle hasta acá de esa forma. Tenemos autos extras en una de las bodegas, procuramos guardarlos ahí ya son lugares que normalmente tienen máxima seguridad... tenemos municiones ahí.

- Su voz fue terrorífica pero acertada, merecían un castigo por causar un desastre cuando no solo uno si no varios participantes y visitantes esperaban entusiasmados por el evento. Cancelar resulta ser, la opción más salubre por entonces.
— Llamaré a los servicios de seguridad para hacer una revisión completa, el culpable puede estar observando ¿No es mejor ponerle una trampa al tramposo?

‐De su boca solo se escuchó salir un suspiro. No sólo ella era la más emocionada con la idea de realizar un evento de carreras. Se mantuvo en silencio por unos minutos pensando en una solución y al llegar a ella, su mirada se posó sobre los ojos ajenos.- Cancelaremos este evento por la seguridad de los participantes... ‐Calló por unos segundos antes de continuar.- ... Cuando encuentre al responsable de esto, seré yo quien acabe con él.

— Existe esa posibilidad... Pueden cancelar este evento y eso arruinaría todo su trabajo. Sin embargo es lo más prudente, no podemos arriesgarnos sin saber de qué se trata y con que objetivo implantaron esto.— - Se pone de pie sacudiendo sus piernas y espalda. Observa ambos lados con multitudes en todas direcciones. Después la miro a ella teniendo ese objeto extraño entre sus dedos.- — ¿Que es lo que quiere hacer?. Puedo revisar uno a uno, pero el tiempo es corto y algunos participantes podrían malinterpretar mis actos.

N-No, para nada... -Respondió la pelinegra al ver aquel extraño objeto. No sabia lo que era realmente, pero al verlo comprendía porque él actuaba de esa forma con ella, estaba agradecida por ello. Sin embargo, por su mente pasó una incógnita ¿Cómo llegó eso ahí? Tendría que notificarle esto tambien a su superior para hacer una revisión a la base si se trataba de un enemigo o alguien queriendo hacer una broma de mal gusto.-

Agradezco que haya revisado el vehículo, sea quien sea el que haya colocado eso, no dudo que haya hecho lo mismo con otros...

- Su mente dicta una costumbre incomprensible del análisis profundo de todas las cosas a su alrededor. Una noche atrás había visto a alguien agregando más velocidad en los neumáticos, su inquietud no me permite quedarse tranquilo. Se hizo espacio arrodillándose, poco después ingresa debajo del vehículo y examina las partes visibles como invisibles con una maestría real.

Su deducción es acertada, en el compartimiento entre el neumático derecho inferior y más bujías encontró ese extraño con forma de araña. Un par de pinzas de bolsillo, retira el artilugio echando el peso atrás arrastrándose.- — ¿Lo reconoce?.

¿Mi auto? –Le había extrañado la actitud que el hombre comenzaba a tener, asintió con la cabeza ante aquella petición. Caminó hacia la derecha dándole espacio a su contrario para que éste pudiese pasar, quería preguntar algo pero simplemente decidió quedarse callada, se cruzó de brazos y solo observó lo que él hacía.–

— Pienso que es un lugar un poco... — - Se detuvo un momento.- — Complejo. Si bien está idea captó la atención de los fans tendría que exigir más parámetros de seguridad. ¿No piensa que atropellar a alguien puede dañar su reputación?. Aunque sean expertos, los ciudadanos no miden las consecuencias y también... — - Otra vez paso su voz.

Esto segundo que iba a decir lo medita con mayor detenimiento.- — ¿Puedo revisar su auto un momento?.

¿D-Descabellada? Pensé que esta idea también serviría para una sesión de fotos, ¿no que era buena idea? ¿Acaso esa enana jugó conmigo? –Se preguntó a si misma refiriendose a Albacore, mientras se mordía la uña de su pulgar derecho.– Entonces, ¿La fiesta para convivir con las otras facciones también le pareció mala?

No me estaba refiriendo a eso exactamente, más bien a los documentos sobre su descabellada idea de pista de carreras.