-No soportó y volvió a besarlo en los labios, primero de manera dulce y luego subiendo la intensidad de este.-

Tómalo como un... Me. encantas preciosa-besaba la comisura de sus labios- tendré la guardia en alto entonces.

¿Eso es un halago? -le besó varias veces los labios- Perdonaré tu vida, pero no te confíes. Yo no me canso de ver tu rostro -con la punta del indice le delineó la barbilla-

Me arriesgare — besa de nuevo sus labios cortamente— cada vez te veo más fuerte, parece que me separo de ti por años y cuando te veo no me canso de ver tu fortaleza hermosa.

-Rió después de aquella lamida y finalmente separó su rostro unos centímetros.- ¿Sabes que puedo matarte justo ahora?

Sonrió al sentir el tirón en su labio sabía realmente como provocarle, bajo sus manos a la cintura y la abrazo lamiendo sus labios suavemente.

-Sonrió como solo una adolescente enamorada hacía. Y no era para menos, él lograba que ella pasara de una furia incontrolable a la felicidad irreal.
Sus manos se deslizaron hasta los costados del rostro del pirata, entre abrió los ojos aprovechando su nueva posición, tenía que estar segura de que no se trataba de una ilusión, que era real así que entre aquel beso le mordió el labio inferior, dando un pequeño e inocente tirón.-

Esta vez dejó caer su cuerpo en el colchón haciendo que ella quedará encima sin soltarla ni parar el beso pues amaba el dulce y embriagante sabor de sus labios que extraño.

-Se dejó llevar como la primera vez, sus brazos rodearon el cuello ajeno acercándolo más. No quería que se fuera. Tenía esa estúpida y adictiva necesidad de él. Contra los labios y sin cortar el beso le murmuró de nuevo que lo amaba.-

Definitivamente la extraño, en ese momento solo disfruto su calor sus labios que tanto le gustaba. Sabía que era un error sabía que le traería problemas, pero joder era un pirata y lo que menos le preocupaban eran los problemas y las reglas.