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*Durante largos siglos, la historia del hombre hace hincapié en la existencia de la muerte y su misterioso trabajo, rondando por doquier y cobrándose vida tras vida, cegándolo por completo hasta dejar un cascarón inservible, nadie se escapa de ella, incluso puede observar todo lo que ocurre en distintos lugares del mundo y el universo.*

*La ciencia, la madre y primordial rama del saber humano ha constituido métodos mediante la observación y la experimentación para buscar una respuesta a los eventos que acontecen en el mundo. Podría decirse que la ciencia médica también halló una explicación lógica a la muerte y sus diversas etapas en su intento por convertirse en la fuente primordial del conocimiento, el saber y la respuesta exacta a todo lo que ocurre en nuestro plano, sin embargo no todo compete en obtener una. He ahí, cuando la inocencia es un límite para el estudio y la sistematización de conocimientos, o al menos así lo piensa Evelyn, una infante de seis años que sentía una inquebrantable curiosidad por saber más allá de la muerte, la fantasía y la aventura. ¿Quién necesita del estudio, cuando puedes investigar y ver los sucesos más burdos con la propia vista?. Así lo consideraba la menor, pensando una y otra vez en la muerte. Además, había escuchado siniestras e interesantes anécdotas acerca de la existencia de seres fantásticos, mitológicos y mágicos, como también criaturas de la noche.*

*En aquel día del mes de Abril, se había tomado la atribución, por no decir que, libertad, de salir de la escuela a escondidas para llevar su más gratificante deseo: buscar aventuras, criaturas mágicas, la verdadera existencia de dichas criaturas. No obstante, el peligro es inminente en cualquier tiempo y lugar, sin importar cuán cuidadoso seas y la edad que poseas. Es así, como aquella mañana, Eve iba corriendo por diversas calles para alejarse lo más pronto posible de la escuela que, a pesar de poseer 6 años de edad tenía la suficiente fuerza y agilidad para correr. Indudablemente estaba feliz de su actual hazaña, pero su sonrisa cambiaría a una mueca de asombro, luego una especie de mórbida curiosidad se efectuó en ella.*

*Frente a ella, se haya un cadáver destazado en un profundo charco de su propia sangre. Momentáneamente se acercó un poco cautelosa para observar más de cerca cada órgano, hueso, piel y demás componente de un cuerpo humano fresco y recién mutilado.* - ¿Estará muerto? -Preguntó con mórbida curiosidad-

R/Off: Entonces tendrás todo el sake y rol que desees. ^-^ Cuando lo desee puedo brindar el primer turno.

R/Off: Muchas gracias por agregar, será un placer realizar una interesante historia con usted.

Mientras descansaba comenzó a escuchar una voz muy cerca de ella levantándose para buscar al dueño de tal voz topandose frente a ella una llamarada roja trato de esquivarla pero esta le obstruia el paso retrocedió para alejarse pero en eso solo logro que tropezara con un escalón de aquella entrada del templo, adentrándose a este.

Se levantó del suelo quedandose sentada en este para sobarle su espalda un poco en la oscuridad de ese sitio trato de buscar a alguien o mejor pensar en retirarse pero al hacerlo volvió a escuchar esa voz dirigio su vista hacia el frente notando una silueta entre las sombras,un escalofrío recorrió su cuerpo asustandose un poco de lo que fuera a tratarse pero se tranquilizó al ver como rato después se vislumbraba lo que sería una persona,pero no una persona cualquiera este tenía unas orejas de zorro, cabello blanco,una figura delgada y usaba una especie de kimono pero Alice no conocía mucho de ello.

Reaccionó al ver como el ajeno se le acercaba con unas intenciones de lastimarla,trato de retroceder pero no tendría tiempo así que apenas logró a cubrirse con sus brazos cerrando sus ojos como esperando que con ello defenderse,pero rato después de no sentir que era atacada abrió sus ojos con lentitud bajando de a poco sus brazos para ver mejor al ajeno,escuchando su pregunta.

–Me llamo Alice....¿Y tú eres?....–cuestiono ladeando su cabeza con algo de curiosidad para después notar como otros dos seres aparecían a cada lado de aquel extraño ser.