Las palabras citadas por aquel zorro mágico se desvanecieron lentamente con el aroma del viento al vislumbrar la figura de lo que ella pensaba se trataba de un aterrador fantasma, la curiosidad la invadió al percibir el agitar de unas largas orejas y el afelpado rabo que poseía aquel joven, ¿acaso se trataba de una ilusión o algún espejismo?
- ¿Eres real? -
Cuestiono con un semblante completamente confundido sin poder evitar retirar la vista de las orejas del zorro o de aquella acolchonada cola que se lograba distinguir a sus espaldas.
- Es una pena que no habite una deidad en este templo sin embargo yo sigo creyendo que mi deseo sera escuchado -
Aquel infantil rostro se torno de ternura mientras con cuidado deslizaba su diestra hacia en frente en un ameno saludo.
[code]★ Una mirada con desdén se acentuó en los ojos del milenario Yōkai, ¿quién se creía ella para dirigirle palabra alguna con tanta confianza? De haberlo querido podría acabar con su mortal vida en unos simples segundos, sin embargo este acto sería una blasfemia para el templo que custodiaba fielmente. ★
Yo no necesito comer, no me hace falta.
★ Curioso mantuvo un altivo semblante mientras dedicó unos cuántos pasos al frente para dejar vislumbrar su efigie por completo a la chica que se encontraba dentro del recinto sagrado, esta vez adoptando un porte algo reflexivo le dedicó las siguientes palabras. ★
Como te mencioné hace poco, tu presencia en este lugar es una pérdida de tiempo, ve a rezarle a otra Deidad, pues aquí la ausencia de una es evidente. [/code]
Una enorme gotita resbalo por la cien de la menor, ¿acaso se trataba de un....¡fantasma!?, se decía para sus adentros y mas sin embargo aquel templo abandonado parecía un lugar lo suficientemente solitario para que una criatura de otro mundo permaneciera sola día tras día.
- ¿Fantasma - san? Entonces... ¿le gustaría comer a mi lado? Seguramente ha pasado mucho tiempo desde que prueba bocado y estos panes al vapor son los mas deliciosos que venden, ¿come conmigo, si? -
Menciono con una muy infantil sonrisa adornando sus labios mientras acercaba el tazón repleto de panes al vapor hacia la oscura equina desde la cual únicamente se lograba vislumbrar la silueta de aquel amable zorro.
Mencionaría con ingenuidad y optimismo aquella pequeña Sailor mientras avanzaba felizmente a través de las escaleras que la guiarían hacia aquel majestuoso santuario, tarareaba una canción con desbordante alegría hasta que logro vislumbrar a lo lejos aquel empolvado lugar, no espero demasiado para ponerse en acción, no se le daba muy bien la limpieza, sin embargo estaba dispuesta a esforzarse para que todo quedase reluciente, aventó una cubeta llena de agua hacia el santuario, empapandolo por completo para posteriormente rociar un poco de jabón y comenzar a tallar intentando dejar reluciente el lugar en donde colocaría su pequeña ofrenda y la rejilla en donde se depositaban las monedas, su cara había terminado completamente sucia sin embargo la operación había sido un éxito, con suma delicadeza acomodo las veladoras a los bordes del altar para posteriormente situar los panes al vapor en la parte de en medio y algunos dulces a los alrededores
Usagi era una niña que no se dejaba guiar por las apariencias, sin mencionar que le provocaba un poco de tristeza saber que un templo se encontraba deshabitado, se imaginaba que los dioses de aquel santuario debían sentirse muy solos, un foquito apareció sobre su cabeza en señal de lo que para ella era una grandiosa idea, dejando sus cosas en casa llevo consigo una cubeta de un tono rosa pastel decorado con conejitos, un cepillo, jabón y esponjas, al terminar de cargar todos aquellos utensilios de limpieza se dirigió hacia aquel templo deshabitado, no sin antes comprar unas cuantas veladoras y panes al vapor para hacer una pequeña ofrenda.
- Probablemente si dejo una pequeña ofrenda los grandes Dioses me ayuden a aprobar el examen de mañana y a encontrar la tierra de los dulces (?) -
Las clases habían concluido y Usagi se encontraba rodeada por sus mejores amigas, cada una discutiendo acerca de los resultados de sus pruebas, aquella pequeña he inocente princesa de la Luna intentaba cambiar el tema cada vez que le preguntaban acerca de su resultado, después de todo un 3.5 no era algo de lo que debía sentirse orgullosa, entre bromas y juegos Rei le había quitado de las manos su examen y todas se acercaban curiosas a mirar el resultado, una mega gota broto de la cien de sus amigas mientras le jugaban bromas acerca de la perdida de vacaciones y la ida de conciertos si su mama se enteraba de tan bajas calificaciones, finalmente todas se separaron tomando diferentes caminos sin embargo algo llamo su atención, escucho a dos alumnos que vivían cerca de su casa hablar sobre un extraño templo que se encontraba rodeado por una misteriosa aura el cual parecía deshabitado y provocaba "escalofríos" con el simple echo de acercarse a este.
