- Pero... Yo deseo ser una guerrera, una vampira o una asesina. -Mencionó con determinación.- -Los humanos son malos, tramposos y mentirosos, no quiero ser como ellos. -Le recalcó su infinito deseo por formar parte de esa vida de soledad, encadenandose al hambre eterna y vagando por las sombras de la noche. Sapphire no pensaba en claro sobre las consecuencias de su deseo, sumergida en su sed de sangre y venganza.-
- ¿Tú me ayudarás, mi príncipe? -Añadió en dulces palabras ante aquella caricia otorgada, sintiendo una profunda ansiedad y anhelo por renunciar a su vida, olvidarse de todo aquello que conoce y conoció, nuevamente quería empezar desde cero, y por supuesto, adoptando una naturaleza por la cual no está familiarizada/acostumbrada.-
Le sorprendió ver tal independencia en una pequeña de su edad pero fue de su total gusto y agrado. Lo que si nunca esperó, fue el repentino abrazo y aquella confesión, estuvo a nada de reírse por la ternura que le causó; sin embargo, las palabras que le precedieron lo hicieron callar y levantar sus cejas demostrando una sorpresa clara.
━ No es necesario que lo hagas ¿Sabes?
Fue un suave movimiento, pero bastó para romper aquel abrazo. Entonces el vampire se agachó hincándose frente a la infante. Su fría mano fue hasta el castaño cabello húmero y lo acarició un poco.
━ Agradezco tus deseos e intenciones, pero, es el príncipe quien debe proteger a las damiselas en peligro ¿No es así?
-Siendo demasiado juiciosa e independiente, se fijaría en un pequeño tendedero donde podía colocar y extender aquella larga toalla. Una vez habiendo realizado su cometido, regresó con el joven, a quién abrazó con verdadero dulzor, finalmente él se había convertido en su príncipe.- - Te amo, mi príncipe. -Le dijo estrujandolo con fuerza en sus brazos, entrecerrando sus ojos y nuevamente virando su vista hacia arriba.- - Quiero estar contigo siempre, mataré a cualquiera que desee hacerte daño. -Le dijo en tono de promesa, demostrando palpable lealtad, y por consiguiente, deseando profundamente convertirse en una vampira, o quizá su protectora de toda amenaza, porque bien se sabe que hay humanos que desean transgredir, catalogar y desaparecer todo aquello que desconocen, entre ellos, los seres nocturnos, quienes finalmente superan en todo ámbito a la humanidad en general, razón por la cual, Sapphire siempre había mantenido ese interés por los temas de índole oscuro y bastante cruentos.-
-Para entonces, Sapphire se encontraba envuelta en aquella larga toalla habiendo acatado la orden del vampiro. Cuando le vió llegar, sus mejillas recobraron con prontitud esa notoria coloración propia de ella, después sujetó la prenda de ambos bordes, adentrándose y notándose la diferencia de la talla con la pequeña complexión de la niña. Una vez lista, se levantó de aquella cama pisando con esos pequeños pies desprotegidos de todo calzado, realmente era encantadora a simple vista.-
- Gracias. -Dijo con amabilidad, siempre cortés y muy educada. Alzaría su mirada al vampiro, habiendo tomado antes la larga toalla que usó y que dejaría en alguna parte ventilada para que estuviese seca en un tiempo. Ahora, por fin podía estar tranquila y sin riesgo a estar preocupada por cualquier situación que le haga sentirse en amenaza.-
Extendía sus extremidades al levantarse para tronar el entumecimiento de los huesos, sus pasos se dirigieron hasta una pequeña gaveta de la cual sacó una toalla blanca lo bastante amplia para envolver el infante cuerpo.
━ Lo que si no tengo es ropa para niños, nunca pensé que necesitaría. Pero supongo que puedes dormir con una de mis camisetas. Mañana te compraré ropa ¿Esta bien?
Fue entonces que se acercó a la infante y le arropó con aquella toalla, la levantó de la tina para envolverla perfectamente con la tela. Fue así que la llevó a la habitación de invitados donde la colocó en la cama y comenzó a ayudarle a secar su cabello con cuidado.
━ Iré por la secadora y por mi ropa para que te la pongas mientras tanto seca bien el resto de tu cuerpo. No tardaré.
Fueron un par de minutos lo que se demoró antes de volver con lo prometido. Le entregó la camiseta a la pequeña.
-Indudablemente el vampiro había causado una gran impresión en la peculiar niña, demostrando aquel gesto de vida plena y rubor en sus regordetas mejillas. Sapphire acercó después su pequeña mano tras hacer aquel llamado al vampiro, colocando su humeda palma en el cuello del joven, notando que él posee una temperatura distinta, por no decir que, helada como un cuerpo, sin embargo no le tomó importancia y solo permitió que el joven le ayude y acobije para contrarrestar aquella gélida sensación.-
- S-Si... -Se escuchó su dulce voz responder y con ese tilde inocente, siempre obediente a las indicaciones que se le dictan. En consiguiente, la menor comenzó asearse debidamente, incluso jugaba con el agua después de haber retirado el exceso de jabón y shampoo en su cabello y piel, sus risas no demoraron en escucharse y en salpicar al muchacho de vampiresa naturaleza. Después de algunos minutos, Sapphire comentó: - Fr-Frio... -Colocó sus manitas sobre el borde de aquella tina, después estiró sus brazos hacia el joven, demostrando esa palpable confianza en él.-
La cortina de sus parpados cubrió sus ojos. Le dio la espalda y se sentó en el piso recargando su espalda contra la fría cerámica de la bañera. Se quedaría con ella pero respetaría ante todo su privacidad. Era una niña, una bastante inocente pero él era un hombre de siglos de edad y había aprendido hábitos de humanos, hábitos que respetaba, como la intimidad de las mujeres.
━ Procura tallar con cuidado tu cuerpo. Ahí tienes la esponja, el jabón líquido y shampo. Cuando termines iré por la toalla para que salgas de la bañera.
-Nuevamente asintió permitiendo toda ayuda del vampiro, aquel que involuntariamente se había convertido en su protector. Acto por seguir, Sapphire caminó hacia el baño permaneciendo al costado del azabache, despojandose de aquellas prendas desgastadas y también alzando sus brazos hacia él, denotandose algunas mordidas, golpes y hematomas en los antebrazos, cuello y piernas, inclusive habían rastros de sangre de tonalidad marrón entre los bordes o las mismas raspaduras de la tela.-
-Juiciosa, se adentró a la bañera para después abrir los grifos de agua, viendo al joven de reojo y con ese semblanye inocente.- - Mi príncipe... ¿Te quedarías conmigo? -Dijo mientras se sentó y abrazó sus propias piernas flexionadas a la vez que el agua comienza a humedecer su cabello y esa piel lastimada, llenandose paulatinamente de agua, por una extraña razón, se sentía protegida.-
Su sorpresa no se hizo esperar ante la petición de la infante, pero tampoco iba a negarse, así que se agachó para poderle ayudar a desprenderse de las desgastadas prendas.
━ ¿Quieres tomar un baño? Dicen que es bueno para antes de dormir.
Por fin pudo sacar la mayoría de las prendas, esperaría la respuesta de la pequeña niña para saber si continuaba ayudándola o simplemente solo la guiaba hacia el cuarto de baño.
━ Tengo bañera y un poco de jabón que hace espuma. Pero como quieras, no te obligaré a nada.
