aquel placer tan temprano, pero si la incomodidad de sus sentidos al ponerse tan tenso el ambiente. No tenía armas y estaba amarrado apenas para estirar sus manos para comer, nada más. Junto a el violadores y criminales, un mercenario de buen corazón junto a su hermano ¿Que ocurrirá? Svartur sabía que lo peor. ᅳ ¿Quien era ese sujeto? ᅳ Finalmente pregunto, no le dio nunca buena espina y su desaparición ha sido fortuita. ᅳ O esta muerto, o los traicionó.

ᅳ Sombra, así me dicen ᅳ No tenía nombre, y si lo tenia es que tampoco valía para repetirlo, mucho menos en servicio, así le gustaba ser llamado y considerado, una simple sombra a la cual nadie le prestara atención hasta que sea demasiado tarde, esa es la vida del asesino anónimo y errante, aunque breve prospera en su zona de comodidad (Al menos era así casi siempre, aunque la realidad actual era muy distinta.) Acepto el tazón, famélico a más no poder y agradeció con una mirada conforme, el estofado era la primer comida tibia en días, y si algo podría aflojar su lengua era la felicidad que la comida le daba, su estómago rugió con tranquilidad, el aparente bruto parecía ser una persona decente, más de lo que el sería al menos con delincuente. En efecto era más humano que muchos a pesar de no serlo, comio con rapidez saboreando las delicias de las patatas y la carne, intentaría hacer lo que más dure. El sonido de los lobos y la noche no podrían opacar...

Esta pregunta era claramente dirigida a Svartur, mientras el enorme bárbaro comía de ese estofado con papas y buenos trozos de venado que había cazado más temprano. Sin embargo al terminar el segundo tazón la noche avanzó, una neblina fría entró al lugar, y a lo lejano el canto de los lobos se hizo presente, este pueblucho metido en medio de la nada y mucho bosque estaba demasiado silencioso, las luces de las casas se apagaron con lentitud, nunca interactuaron demasiado. Notó sin embargo el pelirrojo algo peculiar, al dejar caer el tazón y fruncir su nariz.

— . . . Mmm, Jake fue a mear hace como 25 minutos. —

Algo no pintaba nada bien, fue de ese momento que se puso alerta, poniéndose en pie y frunciendo su entrecejo mientras sus puños se cerraban, el vello de sus brazos se erizó con levedad.

— ¿Pues qué jodida suerte no? — Dijo el enorme pelirrojo llamado Bjorn mientras el más hablador de los otros dos bandidos yacía inconsciente en el suelo luego de la enorme palma que aterrizó en su nuca, fue de ese modo que observó a Svartur, y vertió algo de estofado para él, ofreciéndole este en un tazón de madera, esperando que comiera. Al otro bandido silencioso le dio un tazón pero escupió en él, era claro que no tenía nada para violadores, por mejor que se portaran ante el miedo. Mostró sin duda algo de empatía por el bandido, y comenzó a comer él mismo de su propio tazón, de seguro el otro bandido observó a Svartur con odio y rencor de que él si recibiera comida. Fue de ese modo que el pelirrojo comenzó a devorar del estofado, y si eran sinceros notarían que su aroma era delicioso, aparentemente el bárbaro no sólo era bueno matando. Los otros dos guardas dormían, y Jarrus se había metido a su tienda.

— ¿Tienes un nombre chico? —

y por su parte debería ver como escapar. Su objetivo era simplemente encontrar un artefacto que aquellos bandidos habían robado, pero que al parecer no lo tenían o ahora estaba en manos de sus captores. Eso Svartur no lo sabía, y tampoco diría palabra alguna de aquello, incluso si era torturado. Levanto su rostro hacia el más férreo de los hombres, parecía un guerrero muy poderoso pero era menos intimidante que aquel ser de turbante, quizás fue porque le defendió tras ser insultado. Le hablo a él, y Svartur dio gala de su elocuencia para hablar.

HABLAR.

- Había salido a cazar y me capturaron. Por eso les digo que no soy un criminal, soy una víctima.

La situación claramente no pintaba para nada bien. Si seguía así, iba a terminar siendo la comida de estos bandidos o algo peor, conocía muy bien que tenían nada de honor. El tampoco lo tenía, pero no era un depredador de ese tipo, ignoro sin contestar las palabras de aquel criminal más interiormente estaba bastante incómodo y sobre todo, preocupado de su propia situación. Atento había sido en no hablar, pues el castigo llegó pronto al burlón bribón, que probablemente una fuerte contusión recibirá por parte del más alto de los guardias, no tenía nada mas que decir por un rato. Y Svartur no iba a causar que le den una paliza, al menos no hoy. Su vida se basaba en simplemente intentar sobrevivir para cumplir sus objetivos como Sombra; ladrón y asesino. A pocos pasos se dejo caer, habían ordenado que mantenga la calma en aquella posición mientras los mercenarios descansaban y probablemente celebraran el haber capturado a estos singulares monstruos...

Fue de ese modo que cuando Jarrus entró a la tienda, Bjorn observó a dos de los otros mercenarios y asintió hacia ellos, diciendo con una sonrisa amplia y sentándose frente a los hombres amarrados. — ¡Vayan a dormir un poco muchachos! Y tú Jake, ve a mear, que parece que te harás en los pantalones. — Soltó una carcajada y en ese momento los jóvenes mercenarios se fueron y claro el que llamó Jake corrió a detrás de los arbustos a desahogar su vejiga. Fue así que Bjorn sorbió de su bota con aguamiel y soltó una suave exhalación, el enorme pelirrojo estaba haciendo guardia y cuidando a los prisioneros en ese campamento mientras observaba a Svartur con atención.

— Las otras dos basuras las conozco muchacho, ¿Pero a ti? Esa cara no la he visto antes, dime.. ¿A quién jodiste para haber terminado en la madriguera dónde encontramos a estos cerdos? — Dijo de modo tranquilo, jovial inclusive, tratándole como un ser humano a pesar de todo.

(..) En ese instante uno de aquellos asquerosos e inmundos se notó burlista ante la situación de Svartur, y rió con esa boca con dientes amarillos y asquerosos, notándose como decía con una voz rasposa. — Parece que acabaste en una mala situación ¿Eh boy? .. Me encanta que te hayan puesto entre nosotros... Mucha más diversión tendremos juntos mientras esperamos a la horca en la celda del reino. —

Fue de ese modo que de repente un enorme zarpazo retumbó cuando una enorme mano golpeó la parte de atrás de la cabeza de aquel cerdo quien quedó completamente anonadado y fuera de sí, sin duda viendo estrellas. Fue la mano del enorme varón conocido como Bjorn Stormhand, el menor de ambos hermanos, pelirrojo también, era carismático pero también brutal. [c=#E50000]— ¡Vamos a callar rata horrible! ¿No crees que no sé lo que hacías con esas familias? Sólo estás vivo porque Jarrus ha pedido que vivas para que la recompensa sea mayor.. El alguacil tiene una cuenta personal contigo. —[/

— Todos dicen eso, pero todos aquí presentes tenemos sangre entre nuestros dedos. —

Dijo el más bajo de los dos, mientras posaba una mirada fría, altiva, casi de desazón por sobre aquel hombre, no era que le tuviese asco ni nada por el estilo, a pesar de su aroma a basura si no que detestaba a los bandidos. Si bien los mercenarios estaban no tan lejos de ser simples bandidos que vendían sus servicios a un mayor postor aquellos que Jarrus Stormhand lideraba tenían un código y disciplina, tanto cómo para hacerse notar ante el Rey de aquellos lugares. Jarrus era un hombre alto, llevaba ropajes holgados y un extraño turbante alrededor de su cabeza, que dejaba ver algunos mechones de cabello ondulado y purpúreo.

Luego de esas palabras severas el pelimorado negó con suavidad observando a los otros dos bandidos quienes se encontraban bastante golpeados, pues claramente se resistireron mucho más que Svartur, estos sí eran conocidos crminales, violadores y ase

- Oigan, cometen un error.

Señalo, primero en un tono suave, pero pronto parecería empecinado en llamar su atención.

- ¡Liberenme, tontos! Yo no tengo nada que ver en esto.