Infla el pecho grande como gorila. No quitaba su mirada de ella. Basta de cursilerías y cosas de mono lindo (?).
— Haré lo que me de la cola-gana! ¿Quieres amenazrme con mordidas? Bien! Hazlo, no quitará que te quiera besar! Me gustas y si me gustas te beso. ¿Entendiste?.
Ahora el se ponía violento tomando esas gorditas mejillas al ser apretadas para besar esos labios, no le interesaba si ella lo mordía, le gustaba aquella pez.
La beso fuerte y pronunciado alejándose esperando la mordida, seguía con ese rostro fruncido.
— ¿No me ibas a morder? Vamos, hazlo. Estoy cansado de tus amenazas.
Nuevamente la besa, un beso, dos besos, tres... Los besos en pico seguían hasta que la tomo del cuello de forma dominante, la hizo caminar hacia atrás hasta dar con alguna pared. Sun la besaba teniendo esos dedos largos por el largo de ese cuello femenino.
— Estoy esperando a que me muerdas.
Musita sin alejarse de ella, se sentía bien ahora ser él el que ponía
— ¡Me siento mal porque no quería hacerte sangrar! Eres una molestia pero nunca te haría daño.
La culpa regresa, y comienza a mirarle los labios. Él pedía un beso y ella, en ese estado de arrepentimiento y timidez estaba dispuesta a dárselo.
— ...
Aunque mirándolo bien, entendió que el rubio se estaba aprovechando de ella. Un sonido seco y luego vibrante proviene de la boca de la mujer. Estaba apretando los dientes, con ira oprimida. (?)
— Si quieres beso voy a volver a morder. Estas avisado.
Su ceño fue de desconcierto, pero claro que se sentía mal aunque ella lo hubiese lastimado! Ver a Nana arrepentida hacia que el chico la perdonará, le creía.
— Claro que me dolió piraña! Me estoy quejando por eso! pero si te veo que pones ese semblante y esos ojitos... Y tu carita y... Ahg!
Molesto también, esa mujer lo iba a volver loco (?).
— A ver. ¿Te sientes mal por lo que me hiciste? Bien, a mí me dolió, me sacaste sangre. Te perdono, ahora... Besame sin morder tan fuerte, si, eso.
Dice autoritario para que haya orden en la sala (?). Frunce sus labios nuevamente esperando beso. Sun cuando se alteraba a veces le salía el sonido de mandril alterado en la voz.
El cambio de actitud fue desconcertante. Nana ladea el rostro un poco, él decía todas esas palabras muy contrario a cómo le ordenó que lamiera sus labios. ¿Se había arrepentido? ¿Ya no dolía, o nunca dolió?
— Pero te lastimé...
Sintió esos besitos de Sun y se fue poniendo roja nuevamente, arrugando su entrecejo. Ese mono manipulador, le había hecho sentir mal en vano. (?)
— ¡Pero quién te entiende! Eres más complicado que las mujeres humanas, ya no me beses, estoy molesta. ¡Ponte hielo en ese labio!
El rubio de pronto se fue sonrojando al ver a Nana así tan tímida y preocupada... Esa carita era demasiado tierna y llena de culpa. Sun se puso débil ante esa expresión. Las caricias con esa lengua le hizo estremecerse y sonrojarse aún más.
— No... Nana... Está bien... Solo duele un poco...
La detiene tomando esas mejillas lindas, el varón hace puchero mostrando esa herida pero no a propósito, si no que la chica podía llegar a ser tierna cuando se preocupaba realmente.
— No me pongas esa carita de piraña arrepentida QwQ!
Le deja besitos en pico a esa boca.
— No paso nada, soy un mono fuerte, tus mordidas son especiales, muerdeme todo lo que quieras... Excepto en una zona en específica (?)
Soltó de pronto, con preocupación. Quizá no había medido su fuerza, olvidaba la fragilidad de los labios. No quiso hacerle daño, tenía una mirada culposa y apenada. Él habló con tanta autoridad que no lo cuestiona, aunque con timidez le obedece lamiendole los labios.
— No, de verdad lo siento...
Repitió suave, procurando acariciar con su lengua ese corte superficial sobre su labio.
— Hng-mhg! Hmg ~ mhgf...haha ... No me muerdas! Se te olvida que tienes los dientes como sierra! Ah! Nana!
Trataba de quitar el rostro aunque no quería, se relamio los labios abriendo un poco estos de impresión, Nana le había sacado sangre, la apretó más a su cuerpo fuerte aunque ella moviera los piecitos (?).
— ¡Me sacaste sangre! Ahora lame... No te vas a ir ilesa.
La miro frunciendo su ceño de forma sería, se inclino un poco para elevarla más a su abdomen y acomodarla en un leve salto. Sus manos estaban en esos pronunciados glúteos de su piraña.
— Lame o me montare en una liana contigo ya mismo.
Los modos en lo que Sun le habló le habían gustado, no podía negarlo. Pese a eso, cuando la carga comienza a agitar las piernas reclamando volver al suelo. Tenía que protestar entre besos, mordiendo una y otra vez sus labios.
Eso es bueno... Ser el primero y el último también, ven acá.
— El peso del varón se deja caer en el cuerpo ajeno volviendo a unir esos labios con los de la chica. El varón la cargo por sus piernas abrazandola de esa manera, la tenía ahora como koala-pez (?)—
