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Muero de calor
 
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SunKong · 26-30, M
El llanto se sentía débil, su cabeza dejaba de doler y sintió pesadez pero sobre todo, calma ¿Estaba muriendo está vez y no sé estaba dando cuenta? Si era así, sintió que por fin iba a descansar de toda esa opresión emocional que sentía, lo malo era que ya no podría ver a Miqua o a su Aura de vuelta ¿Era lo mejor no? Era lo correcto. El sueño le fue invadiendo hasta que el peso cayó de frente al cuerpo de aquella chica, Sun había quedado en ese sueño profundo que le estaba ayudando a descansar verdaderamente.

Parecía inocente al tener esos ojos cerrados, se veía calmado y descansado por fin, su respiración era suave y profunda, su mejilla seguía en los pechos de aquella chica que lo había recibido con tanta amabilidad en su corazón.
Mq1583155 · F
Las lágrimas de Sun eran una confirmación a lo que ella ya sospechaba. Tenía heridas, esas que no son visibles pero se sienten profundas.
Entre sus brazos le consolaba, con caricias y toques amables de sus manos. Lo dejaría llorar, porque Miqua sabía que el dolor debía expresarse, o se volvía insoportable.

— Está bien, no te preocupes.

Tal vez ella podía darle un poco de alivio; momentáneo pero efectivo. Como una brisa ligera y brillante, la sirena da un soplido sobre la cabeza del rubio. Los destellos finos y casi invisibles cayeron en esos cabellos causando que pronto, Sun se viera envuelto en un profundo sueño. El más lindo que haya tenido en mucho tiempo.
SunKong · 26-30, M
Un gimoteo se escucha de parte del varón, el llanto no tardó en hacerse oír, el líquido tibio de sus lágrimas impregnaban la ropa de la joven. La respiración de Sun se entrecortaba apretandola más a él. Estaba rojizo en su rostro pero que Miqua le diera resguardo era algo que al rubio le calmaba.

El gimoteo fue en aumento aunque el no quisiese, se sentía roto el pobre mono, sentía el alma quebrada, como un niño llorando y evitando el llanto.

— Lo siento ...

La voz estaba más gruesa y baja, no despegaba su rostro del pecho de ella, coloco su mejilla con su mirada perdida allí, solo sentía lastima por el mismo.
Mq1583155 · F
El abrazo repentino roba una sonrisa en Miqua, sin embargo esas palabras causan que las lágrimas se le escapen. La fragilidad de Sun también la debilitaba, ella siempre había sido muy sensible pero no compartía esa característica con nadie.

— Yo te abrazaré.

Eso hizo, rodeando al joven, apretando con suavidad su cabeza al abrigarle contra el pecho.
SunKong · 26-30, M
Le miro en silencio observandole, Sun en un arrebato se abrazo a ella en su pecho, la abrazo con algo de fuerza como si ella fuera un peluche o algo a qué aferrarse.

— Tengo rato sin sentir qué es un abrazo...

Posó su rostro ocultandolo en el pecho ajeno, simplemente no quería entender nada, si era bueno o malo, se sentía en un estado de presión mental y físico.
Mq1583155 · F
No dejó de llevarse la cuchara a la boca mientras escuchaba. Tenía que hacer algo, o comenzaría a llorar. Pobre, pobre Sol.
Miqua entendió, y le hacía saber que estaba haciéndolo porque asentía en medio de un respetuoso silencio.

Pronto estaría hablando, otra vez. Un poco más despacio, con esa voz tranquila que le caracteriza cuando está pensando.

— Una vez, fui diferente. No así, más pequeña y ligera... Imagina, todavía más. Lo recuerdo pero no me duele porque es agradable estar aquí ahora, siendo capaz de ver y conocer tanto... Una nueva vida. No es tan malo, Sun.
SunKong · 26-30, M
Hace una mueca recordando parte lo que sabía de él.

— ¿Crees en las reencarnaciones?

Bajo sus antebrazos en la mesa para apoyar su cabeza en estos.

— Conocí un chico que apostaba era el mejor, irlandés, pelirrojo, tenía la vida por delante... Pero sus decisiones no eran correctas al jugar apuestas en el poker. Un día conoció a una chica que le robó todo, desde la sonrisa hasta su corazón, el se dejó robar por ella..

Nuevamente esa expresión de dolor volvió en su rostro lamentándose.

— Al final ese chico fue asesinado y nunca se despidió de su amor, reencarnó y... Y solo quiere irse nuevamente.

Se tocaba el pecho, era una forma de acariciarse el dolor que sentía y que fuera más llevadero.

— En fin, historias de veinteañeros..
Mq1583155 · F
— Oww... Lo descubriste muy rápido. Quería bromear y decir que tengo dos siglos de antigüedad. Pero igual nadie me creería.

Interesada se acerca, sentándose junto a Sun. A Miqua le agradaba, parecía un ser amable, con ese carisma natural que ni siquiera su melancolía evidente podía opacar.
Poco a poco saborea su helado, mirándole a la espera de que continué hablando.

— ¿A qué te refieres con agitada?
SunKong · 26-30, M
Sun puso una expresión sin entender lo que ella le mostraba, estaba confundido, tenía dos respuestas posibles.

— Que chiquita eres, dos años (?) O...

Ladeó su cabeza parpadeando un poco más hasta entender.

— Veinte? Oh! eres algo contemporánea conmigo

Volvió a erguirse en su asiento terminando su helado.

— Recuerdo cuando tenía veinte, tuve una vida bastante agitada.

Dejo la cucharilla dentro del vaso para solo quedar como compañía con la chica, puso sus codos en la mesa apoyando sus manos en sus rostro.
Mq1583155 · F
Ella se encuentra ahora dándole la espalda sirviéndose helado para si misma, como un aura feliz al saber que su receta era apreciada.

— ¿Es algo que tengas que saber?

Pregunta ella, volteando a verle con curiosidad. Por su cuenta nunca había investigado en la edad de nadie.
Alza su mano, mostrándole dos dedos. Que Sun lo interpretase a su gusto. (?)

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