¡Steven! -Exclamó con fingida sorpresa, su vista fija a la entrepierna del capitán. Y esque su considerable, por no decir grande, tamaño le impedía al rubio poder ocultar su excitación- ¿Qué traes entre tus piernas?
-Entonces había vuelto a acelerarse su corazón, ahora era notable el deseo en su entrepierna por lo tanto incómodo intentó taparse de forma disimulada con la camisa-
-Escucho la respiración de su pareja agitarse. Una sonrisa socarrona llenó su rostro pues obtuvo el efecto que deseaba. Camino unos pasos, apoyando los brazos en una mesa cerca, quedando semi inclinado y con el trasero más de fuera.- ¿Seguro?
¡Dios! ¡Mis referencias! -No pudo evitar captar las indirectas. Pero se ruborizó completamente por ver aquellos glúteos perfectos desnudos a su merced. Tragó grueso. Medio alarmado - Si... Claro, esta bien si estás así -Mentía, la excitación le recorría el cuerpo -
Sí, claro. Entonces los buenos niños no requieren postre. -se encogió de hombros y dió media vuelta mientras se quitaba la playera, esa única prenda que llevaba puesta. Quedó de espaldas a él, mirándolo por encima de su hombro.- no hay peligro alguno si estoy así, ¿cierto?
Me resisto porque no quisiera lastimarte demasiado. Además siento que caigo en tus encantos y me vuelvo una bestia fuera de control y no es mi estilo [?]
¿Por qué te resistes? -Preguntó con un tono burlón. Le tomó las manos para guiar estas hacia su propio abdomen, con la intención de que lo toque.- Disfruta.
