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GoGo1534104 · M
-El chico bajó con cuidado las escaleras que conectaban su casa que se encontraba en el nivel superior con aquella biblioteca que atendía, aunque por aquellas fechas la biblioteca no era frecuentemente visitada a él le daba menor importancia, ya que podría pasar el tiempo o saliendo a disfrutar del paisaje que el mar le brindaba a su pueblo y sentirse vivo gracias a la brisa que se podía sentir en el ambiente o en su defecto, podría pasarse las horas en el mostrador de la biblioteca haciendo una de sus actividades favoritas, que era curiosamente el leer.
La biblioteca que aquel joven atendía era una biblioteca era de un tamaño mediano, ni muy grande ni muy pequeña pero que aun en aquellas circunstancias podría almacenar una excelente cantidad de conocimientos y demás cosas para beneficiar a quien quisiera adentrarse en ellas, al entrar, se podía hallar casi junto a la entrada un pequeño mostrador hecho de madera pintado de negro, lugar donde el chico se encontraba la mayoría del tiempo, siempre alerta a cualquier percance que sucediera adentro de su biblioteca o cualquier duda que pudieran tener los que acudían a ella.
A los costados derecho e izquierdo de la biblioteca se encontraban cubiertos de estantes donde los libros estaban presentes, exceptuando por las ventanas todas las paredes se hallaban cubiertas de libros a mas no poder, e estos se hallaban en orden alfabético y se hallaban también por el tema de cada uno, desde libros plagados de cuentos donde la fantasía prevalecía por encima de todo, hasta libros donde los temas como, política, filosofía, ciencias y demás se podrían hallar en aquella pequeña biblioteca aunque en pequeña cantidad pero se podría disfrutar de estos si la persona interesada lo deseaba, al principio de la biblioteca en el costado izquierdo a lado del mostrador de donde el chico se encontraba, se hallaban dos mesas de madera y junto a estas, dos bancos del mismo material donde se podría leer con tranquilidad el libro deseado, enfrente de ambos, se encontraban mas estantes, 5 estantes alineados de forma vertical y al costado de cada uno un letrero indicaba el tema que contenían dichos estantes, esto al llegar al fondo de la biblioteca donde, como al principio, las paredes se hallaban cubiertas de libros y estantes, todos exceptuando una parte, en lo mas hondo de la biblioteca, una puerta metálica cubría un portal, portal que daba a otra habitación, ahí se guardaban los libros que tenían que ver con las artes oscuras, magia en general, hechicería y documentos sumamente antiguos que solo con una autorización se podría acceder.
El chico se encontraba ya en el mostrador, sentado en una silla de madera leyendo uno de los libros que se hallaban en la biblioteca, cuando, sus ojos carmesí pudieron divisar a través de sus lentes la figura de una chica, al parecer menor a el que contemplaba la biblioteca con asombro y una sonrisa en su blanquecina fas, el chico bajó un poco sus lentes, que mas para ver, estos eran solo para la lectura, observando a la chica con una gran sonrisa en su rostro, esperaba que lo viera para, con su cabeza, diera una pequeña señal para que refinada dama entrara a su humilde biblioteca--
La biblioteca que aquel joven atendía era una biblioteca era de un tamaño mediano, ni muy grande ni muy pequeña pero que aun en aquellas circunstancias podría almacenar una excelente cantidad de conocimientos y demás cosas para beneficiar a quien quisiera adentrarse en ellas, al entrar, se podía hallar casi junto a la entrada un pequeño mostrador hecho de madera pintado de negro, lugar donde el chico se encontraba la mayoría del tiempo, siempre alerta a cualquier percance que sucediera adentro de su biblioteca o cualquier duda que pudieran tener los que acudían a ella.
A los costados derecho e izquierdo de la biblioteca se encontraban cubiertos de estantes donde los libros estaban presentes, exceptuando por las ventanas todas las paredes se hallaban cubiertas de libros a mas no poder, e estos se hallaban en orden alfabético y se hallaban también por el tema de cada uno, desde libros plagados de cuentos donde la fantasía prevalecía por encima de todo, hasta libros donde los temas como, política, filosofía, ciencias y demás se podrían hallar en aquella pequeña biblioteca aunque en pequeña cantidad pero se podría disfrutar de estos si la persona interesada lo deseaba, al principio de la biblioteca en el costado izquierdo a lado del mostrador de donde el chico se encontraba, se hallaban dos mesas de madera y junto a estas, dos bancos del mismo material donde se podría leer con tranquilidad el libro deseado, enfrente de ambos, se encontraban mas estantes, 5 estantes alineados de forma vertical y al costado de cada uno un letrero indicaba el tema que contenían dichos estantes, esto al llegar al fondo de la biblioteca donde, como al principio, las paredes se hallaban cubiertas de libros y estantes, todos exceptuando una parte, en lo mas hondo de la biblioteca, una puerta metálica cubría un portal, portal que daba a otra habitación, ahí se guardaban los libros que tenían que ver con las artes oscuras, magia en general, hechicería y documentos sumamente antiguos que solo con una autorización se podría acceder.
El chico se encontraba ya en el mostrador, sentado en una silla de madera leyendo uno de los libros que se hallaban en la biblioteca, cuando, sus ojos carmesí pudieron divisar a través de sus lentes la figura de una chica, al parecer menor a el que contemplaba la biblioteca con asombro y una sonrisa en su blanquecina fas, el chico bajó un poco sus lentes, que mas para ver, estos eran solo para la lectura, observando a la chica con una gran sonrisa en su rostro, esperaba que lo viera para, con su cabeza, diera una pequeña señal para que refinada dama entrara a su humilde biblioteca--