2
- ¿Tú sabes porqué lo hacen? -Preguntó al asesino con esa palpable necesidad de encontrar respuestas en un misterio englobado al abuso de toda clase.- -Vero...quiere que yo...Y-Yo... Haga cosas. -Terminó justamente cuando llegaron frente a un tétrico lugar, especialmente aquello que es un gran jardín completamente en el olvido, rodeado de árboles y maleza, incluso basura. Así mismo, al frente estaba ese internado de lugubre aspecto y descuidada fachada.- -Ellos y los demás están adentro... -Dijo refiriéndose a los demás chicos del colegio, profesores y aquella institutriz.-

- Vero, es mi maestra, vamos ella es... La jefa de ese lugar. -Comentó mientras camina al costado del rubio.- -Ella... Bet y Manu... Son sus espías. Ellos... -Mordió sus pequeños labios con aquellos dientes de leche, mirándolo de reojo, pues era tan cruento y vergonzoso por lo que tenía que decir y contar. Momentáneamente,Sapphire soltó un pesado suspiro, porque no sabía cómo explicar todo en pocas palabras.- -Mara y Ana... Son otras dos niñas gordas que hacen cosas que aún no entiendo, pero no me gusta lo que hacen, siempre me culpan y Vero les cree todo lo que dicen. Intento alejarme de todos, incluso cuando debo ir al baño, comer o descansar... -Giró su vista al joven.- -Esas gordas... Se tocan cuando se bañan, gritan y ríen, a veces me quieren obligar y yo no quiero.

— Dame el nombre y dirección, necesito horario para saber que hacer.
Preparando un escalpelo, con el cual iba a cometer otro acto de asesinato; un arma sigilosa y pequeña.
— Lo haré gratis, necesito sacar este enojó y tristeza.
Marchando dónde está dicha niña, le pregunta que es lo que hizo esa persona para matarlo y dependiendo de eso darle muerte de manera creativa.

- Un picahielo y darle por detrás de la cabeza. -Repitió como si fuese un tutorial o las instrucciones precisas, sin embargo Sapphire no le tenía miedo, al contrario, le agradaba aquel misterioso joven e ignorando aquel precio por la cabeza de su contrario.-

-No soy tan alta como tú, pero si lo haces...te regalaré algo muy bonito que puedo hacer. -Añado bajo ese dulce argumento, sin apartarse de su objetivo principal.-

— Para que hacerlo, puedo hacerlo yo por ti, al final de cuentas ya no tengo nada que perder en esta vida.
Total, si muere no se pierde gran cosa, ya que su cabeza tiene alto precio.
— Pues si quieres, mejor un picahielo, es más silencioso y si atacas a la parte trasera del cráneo será más sencillo.

- Lo necesito. -Mencionó con ese dulce tilde en su voz.- -Te lo devolveré una vez que termine, prometo limpiarlo y traerlo como nuevo. -Agregó sin meditar por un segundo aquella situación que conlleva poseer el arma de un asesino.-

— No lo agarres.
Era solo una advertencia, de que no tomará aquella arma ya que en su código de asesino él por lo menos no ha asesinado a mujeres ni a niños.
— No te haré nada, no soy un cobarde para asesinar infantes.

-Sapphire no pudo evitar observar esas líneas y grandes manchas de sangre provenir de un cuerpo, es así como se aproximó al asesino, fijando su candida mirada en él y en un intento por tomar "prestado" aquel cuchillo.-