@๋ Anju ๋: —No llores Anju, me duele verte llorar.

Siendo la única mujer que no puede ver que brote el llanto, a lo que para que vea que lo que dijo es muy sincero la abraza a su cuerpo dando a saber que no se va a ir de su lado nunca.

—No cambies el color de tu pelo, me gusta tal y cual lo tienes, pues no pienso irme nunca de tu lado.

Abrazando a su pequeña nipona, le da la seguridad de que aparte de nunca traicionarla, tampoco se va a ir de su lado.

Con severa premura se limpió las lagrimas que él le hizo derramar, estaba conmovida por lo que le decía.

— No deberías hacer llorar a tu novia...

Con las mangas de su suéter se limpiaba y se limpiaba lagrimas que salían y salían, no pudo evitar soltar una carcajada nerviosa y darle un jalón de mejilla en señal de que se sentía frustrada por lo que sentía.

— Nada malo volverá a pasar, porque a donde tu vallas, yo iré, así tenga que aprender ruso y teñirme el cabello rojo o rubio, no me importa, estaré contigo. Por siempre.

— No te voy a mentir, recuerdo la primera vez que te ví, me encantaron tus ojos y tú belleza; me sentía celoso y no pude quedarme a ver cómo se aprovechaban de ti.

Su mirada clavada en aquellos ojos azules de Anju, entendiendo que siempre la vieron cuál objeto para sacar dinero a costa de su libertad y aprovechar la más mínima oportunidad para hacerle daño.
Recordando lo acontecido y las vidas que arrebato en el proceso, pero no hay arrepentimiento en sus palabras ya que solo hizo lo correcto.

— No digas eso, eres un pequeño ángel que se enamoró de una bestia, nunca me perdonaría el hecho de que te vuelva a pasar algo malo.
Prefiero estar muerto; antes que dejar de ver a la mujer que me salvó de mi infierno.

Sus palabras son sinceras, ya que ella es la única persona con la cual ha revelado su mayor secreto.....su verdadero nombre.

Las palabras de Sascha sonaban sin duda serias, así que dejó el jugueteo, dejó las risas y bromas porque el momento lo ameritaba.

— Fuiste tu quien no me dejó a la deriva y lo sabes... Todos veían como era acosada y se burlaban de mí. O buscaban sacar provecho. En cambio tu me ayudaste..—

Se agachó a apretujarlo a pesar de él ser más grande que ella y estrujarlo un poquito.

—Sin ti, yo sería un letrero de desaparecida en una pared —

Palabras crudas y crueles, pero reales, Anju paso saliva varias veces sintiendo esa necesidad de contenerse, aquello se tornaban emotivo.

— Eres la única persona que en realidad me tiene confianza, todos se fueron.

Miraba aquellos ojos que le cautivaron desde la primera vez, sabe que aunque el mundo se derrumbe a sus pies, solo la mano de Anju estará allí y viceversa.

— Anju, gracias por no dejarme a mi suerte; en verdad.

Agradece a la vida misma, estar vivo para poder amar a aquella mujer que aunque con sus defectos lo sigue amando.

Con una leve risa lo jala un poquito más hacia ella y no lo suelta, su voz se torna sería, fría...se le puede notar el desprecio en su voz al hablar.

—Es culpa de los demás...te forzaron a tomar este camino, no te dieron opción alguna y tú solamente sobreviviste. —

Era como si por unos instantes fuera alguien más y no su cariñosa Anju.

—Jamás volverás a estar solo...yo estaré siempre contigo. —

@๋ Anju ๋: —Gracias, en verdad gracias.

Aquellas escenas vuelven, sus monstruos que alguna vez dejo atrás le asustaron pero ahora al sentir el cuerpo y amor de Anju se aferra a ella.

—En verdad, si no fuera por ti, sería una aberración.

Al verle un poco mejor, acaricia su rostro y suspira con cierto alivio.

—Todo va a estar bien, eventualmente y poco a poco. Ya no estás solo en esto. —

-se agacha a darle un beso, pero sus pechos estorban (?) -

@๋ Anju ๋: Se reconforta al abrir los ojos y mirar el rostro de su pareja, suspirando con alivio.

—Un mal sueño, pero gracias a ti ya me siento mejor, poco a poco te diré mis secretos ya que quiero sepas de mi vida.

Corresponde a dicha muestra afectiva, acariciando las mejillas de su Anju.

— ¿Amor? ¿Que sucede? ¿Tenías una pesadilla?—

Pasa su mano por su frente y la acaricia suavemente, estaba preocupada por él.