[code]- El empujón claramente lo hizo levantarse. No estaba molesto por ello, pero si algo irritado que su compañero se levantara tan tarde habiendo mucho por hacer. -

Ni en pedo te hago el desayuno a esta hora. Te aguantás hasta el almuerzo para comer.

- No dijo más nada y salió de la habitación dando un portazo. Fue a hacerle el desayuno pero no porque se lo pidió, sino porque al fin y al cabo le tenía cariño. No iba a hacer nada elaborado, un par de tostadas con queso y frutas, yogurt y café iban a ser suficientes. Tardó menos de 10 minutos en hacer todo, así que esperó, sentado en la mesa frente al plato que había preparado para él aunque aún no sirvió el café. Este con los codos en la tabla y apoyando sus manos para sostener su cabeza. - [/code]

[code]No tengo ganas. Me quedaré acá porque lo más probable es que te vuelvas a dormir. ¡Dale! ¡Arriba! ¡Apurate nene!

- Sin más que agregar al respecto, nalgueó al contrario repetidas veces para apurarlo. -[/code]

[code]- Sonrió con total satisfacción al obtener la respuesta que deseaba, a lo cual quitó de momento su dedo solo para dejarlo hacer. Pronto su mano ahora se acomodó en la cabeza de la espada para dar pequeñas palmadas en la zona. -

Exagerado, agradece que no te metí mis 30 centímetros. Anda arriba que hay mucho que hacer.[/code]

[code]- Entró a la habitación de la espada y tras verle durmiendo, simplemente se acercó a este, se sentó en el borde de la cama y de a poco acercó su rostro al suyo mientras su mano derecha se paseó por su espalda en una suave caricia, hasta posicionarla en sus nalgas, donde allí ingresó sin anestesia alguna su dedo medio dentro de su culo. -

¿Qué haces durmiendo, Shokudaikiri? ¡Ya es media mañana! ¡Levanta ese culo y ayúdame a limpiar a Kaiser! [/code]