-¿Y está vida que llevamos lo es ? - bajo la mirada dando un suspiro pesado, siempre poniendo en riesgo el pellejo por una misión, por unos dólares más o menos, exponiéndose por gente que prefiere esconderse detrás de una mesa, detrás de papel teñido de verde al que le han dado un valor monetario, implícito que casi dicta cuánto valen sus vidas. -Hace días te noto raro, ¿Que es ? - y lo soltó, ella misma tiene sus demonios con los que pelea todo el tiempo, pero quizá enfocarse en los ajenos le ayude a distraerse de su propia batalla. -

Ninguno de los dos puede clamar normalidad, curioso porque su conexion justamente empezo desde el bajo mundo, la vida de personas que no tienen realmente un apego por seguir vivos, o bien, que no conocen lo que se llama seguridad.

Si bien no pueden decir que del todo conocen cada aspecto del otro, la verdad puede notarse que con el tiempo han sabido apreciarse, siempre cuidandose las espaldas, luchando para al menos hacer su caminar mas llevadero.

Nico podria notar algo, Soujiro es voraz por naturaleza pero hoy estaba viendosele solo beber como si nada. Algo estaba pasandole? Quizas, no parecia esconderlo perfectamente.

-Oh vamos... la vida sin riesgo no es vida realmente

Hace mucho tiempo deje de ser alguien normal .. -Se encogió de hombros al tomar un par de gyozas con los pallidos y meterselas de tajo en la boca, se le abultaron las mejillas empezando amasticsr. El sabor era delicioso y más valía porque era clienta recurrente. - es hipócrita de tu parte decir eso, más por tu obcesiona por vivir al límite. -Sabe que la vida de su amigo es casi la de dos o tres personas pero solo una la lleva, nunca hablan demasiado de los detalles o secretos, ha sido parte de la relación que tienen. -

—Seguro jefa

Un poco de sarcasmo en sus palabras, una risa venida de sus labios, iría por su lado al exterior. Curioso a decir verdad, la noche anterior habían terminado de cazar a un objetivo, y hoy parecen amanecer como si nada hubiese pasado, es el tipo de vida que escogieron después de todo.

Al regresar con ella, puso la comida en la mesa, pasando a sentarse delante de Nico en ese instante.

—Una mañana más normal… creo que hasta nosotros la merecemos

Tú eres el que me pide dinero después. -De un brinco llegó al asiento que le correspondía en la pequeña mesa, llevo su trasero a la almohada que había en esta y se acomodó en la silla. Subió las piernas antes de tomar la taza de café acercándola a sus labios para dar un pequeño sorbo. deberías tener algo más que pan duro..- frunció los labios haciendo un puchero pero para su buena suerte no tardó más en llegar la comida que había pedido, entonces de la pretina del brasier se sacó un billete de cien, se lo dio a Soujiro para que con eso pagase. -Que el cambio se lo quede. -

La risa primero fue recibida por el silencio, tres segundos mas, pero al final de cuentas lo correspondio con una semejante ¿Podia siquiera negarse? Aunque quisiera Nicoletta ya tenia acceso a su departamento, asi que era un acto imposible de todas formas.

Aunque siendo honesto, no le molestaba, asi era la confianza que existe entre los dos.

-Mientras no me pidas dinero creo que puedo con eso de alimentarte- Las tazas quedaron en la mesa, dando solo el espacio de tiempo para el desayuno.

Prefiero el platico de los fideos. -Movia los pies pareciendo una chiquilla, lo veía servir el café y el olor le despertaba más el hambre. -Mientras este contigo eres responsable de mi .. eso dice mi terapeuta.. - hizo lo que pudo pero termino por soltar una escandalosa risa que hace eco en el departamento medio vacío (?)-

—Oye no ofendas al pan duro, es una buena comida para fortalecer la mandíbula

Normalmente le haría un comentario con gracia sobre lo gigante que su ropa le quedaba, pero, prefería primero verla lucirla antes de que ocurra un accidente por el tamaño. Es en esto que, al voltearse ahí estaba, ofreció una de las tazas preparada como ella la había pedido, el tenía un simple café negro

—Trata de no quemarte, no quiero ser responsable de que te lastimes otra vez (?)

-Oculto una risilla al verle y escuchar que el golpe había sido un poco más duro de lo que pensó. -No ofrezcas lo que no tienes. -Refuto haciendo un pequeño berriche, tomo su viejo celular y pidió algo de comida. No tardaría en ponerse de malas sino tiene algo más en el estómago que café. - dos de azúcar con mucha leche..-Se encaramó en la barra de la cocina dejando los pies colgados, vestía algo más que los boxers del pelinegro así como una camisa de él. Su ropa había quedado hecha un desastre luego de "la misión" .- ni si quiera un pan duro... Que miserable Soujiro... Hahahaha.

-Se doblo de una vez a causa del golpe, bastante fina la rubia sin duda alguna... pero no le molestaba, estaba mas que acostumbrado a esa forma de ella, era parte de lo que le gustaba.-

¿No quieres papitas con la orden?

-Agrego con una risa salida de sus labios mediante terminaba de servir el cafe-