-Alzó la diestra en un intento por tocar aquella lucecita con las yemas de los dedos, pero antes de que eso pudiera ocurrir, esta se despidió con aquel palpitar y se alzó al cielo, desapareciendo a la lejanía.
No pudo evitar sonreír de gozo. Se sentía orgullosa de haber logrado ayudar a aquellas almas que se habían perdido a causa de esos entes.
—Fuimos ambos... —Le respondió con una sonrisa agradecida, llevando la mano sobre la de él que descansaba sobre su hombro. —lo hicimos los dos. —
-Una ultima luz se acercaria donde estaba Yuki, la misma se trataba de la esencia del caballero del cual ella atestiguo su muerte durante su llegada al sitio donde la mayor de las criaturas estaba esperandola, este hizo un muy ligero palpitar, mismo que al resonar con el alma de la demonio se traduciria como un "Gracias", antes de finalmente desvanecerse junto a los demas.-
-Soujiro observaria el espectaculo a su lado, con esto, puso su mano sobre el hombro de la pelirroja, desviando su mirada hacia ella con una sonrisa- Tu hiciste esto posible, yo pelee contra el lobo pero tu debilitaste lo suficiente al principal para...que salvarlos fuese mas facil
—Son... Hermosas...—No había un adjetivo adecuado, simplemente ninguno le hacía justicia a la imagen que tuvo la fortuna de admirar, solo esa palabra. Su energía fue restrableciéndose, cuando algunas de estas luces se dirigieron rápidamente hacia a ella, rodeándola, envolviéndola antes de absorberse en su ser.
Más lucecitas, como luciérnagas, se pasearon por todo aquel oscuro lugar, saliendo finalmente al cielo, perdiéndose en el anochecer.—
-Soujiro tambien tomaria el impulso de llevarse a Yuki, ambos avanzarian varios metros lejos del cuerpo que empezaba a temblar violentamente, hasta que la falsa piel de la criatura se resquebraja enteramente, liberando un brillo azulado desde su interior-
Esto es
-Antes de decir algo mas, el cuerpo se abrio completamente, asi, desde lo que deberian ser piezas de madera falsa, fueron liberadas miles de luces azules, toda le energia maligna que habia sido contenida tomaba la forma de algo mas puro, varias luces que empezaban a elevarse hacia el cielo nocturno.-
-Estaba bien, un poco mareada por la energía perdida y las volteretas que diera al caer. Se sacudía las ropas mientras Soujiro explicaba la situación sobre aquellos dos entes.
—Confirmo... no suenan tan diferente a lo que es un poltergeist —Soltó un suspiro y observó a Soujiro. Estaba entero y bien, así que se sintió aliviada por ello. Fue caminando en retroceso, para poder mirar mejor el desastre dejado, cuando escuchó aquel extraño palpitar.
—¿Qué...? —Siguió la indicación de Soujiro con alarma y se alejó más, tirando de su chaqueta para hacerlo retroceder también.
—¿Qué fue eso? Es imposible que vuelva a levantarse, tú mismo lo dijiste! —
Los Azakana tienen carne, si. Pero un azakana viejo sabe como sobrevivir al mezclar su espiritu con su cuerpo.
-Soujiro daria inicio a la explicacion, mientras toma su tiempo para avanzar hacia el nucleo roto de la bestia, no habia como pudiese regenerarse ya, estaba muerto gracias a la fortuita aparicion de la primera puerta en su persona; su cuerpo aun parecia rodeado por esa aura azulada que desprendia tal energia, mientras esta lentamente empezaba a desvanecerse. Asi proseguiria con su explicacion.-
Este era una aglomeracion de varias almas gritando en pena... lo mismo de su compañero, posiblemente ambos hayan sido el mismo ente alguna vez, separados para seguir consumiendo a libertad
-Con esto desvia su mirada hacia ella, se aseguraria que Yuki estuviese bien, siendo que lentamente empieza a bajar de donde estaba para acercarsele- Tu energia volvera...y posiblemente la de todos los que fallecieron en sus manos, estaran libres -Entonces, debajo de los dos un ultimo palpita
Fue cayendo, dando giros a causa de las alas que inmóviles, sirvieron de hélices que impidieron cayera directamente en picada. Se sentía mareada a causa de la energía que logró drenarle, más no había sido lo suficiente para imposibilitarla por completo. Apenas fue consciente, agitó las alas, logrando amortiguar el golpe en el suelo. Se quedó ahí tendida, solo en lo que el mundo dejaba de dar vueltas.
—¿Qué demonios sucedió?— Logró exclamar, presa de la molestia de haber sido sorprendida tras creer haber sometido al enemigo la primera vez.
—Estaba en el suelo, era imposible que pudiera levantarse... Mi veneno, ¿Cómo logró librarse? —Se sentó en los escombros y miró a su alrededor, viendo solo los restos de su atacante.
