Tomo impulso, de esta manera se iría sobre el grupo, cuatro personas huyendo, tendría que aprovechar cada segundo antes de que fuese tarde. Habia atrapado a dos por la camisa, a otros dos los embistió con su cuerpo, facilitaría el moverlos de donde se encontraban, tanto asi que, aun cuando estos terminaran dando con el suelo, saldrían menos afectados que siendo aplastados por los enormes proyectiles. Seria este quien se llevaría la peor parte pues tras soltar al grupo termino siendo golpeado por la menor de las rocas, esta lo hizo estrellarse con una pared de un edificio hasta atravesarlo.
-Tsk..
A penas se estaba incorporando y la criatura estaba preparándose para atacar de nuevo ¿Yuki estaría en posición para responder a esto?
Soujiro no habría sido ignorante de tal movida, era como si la criatura tuviese su propia fuente de gravedad que impedia el deshacerse en pedazos nada mas, cosa que, significaba entonces una dificultad aun mayor para eliminarlo, pero a la vez, una oportunidad, las debilidades estaban identificadas.
-Entonces puede reconstruirse.
Su velocidad es su mayor fortaleza con esto, pero, tiene un problema. Volvio su mirada hacia atrás y justamente habían personas aun escapando de la criatura. Faltaban segundos para que las rocas dieran con el, podría esquivar, pero esto dejaría a los demás a merced del atacante, y eso es algo que no puede permitirse.
-Las rocas estallaron dentro del local. Se lanzó de frente sobre el mesero que se había quedado helado ante el impacto, recibiendo gran cantidad de rocas sobre ella. Apenas fue consciente, se irguió un poco, logrando ver a Soujiro lanzarse por la ventana.
—ESPERA!! SOU!!!—Pero fue inútil, ya se había ido. La mole, furiosa por el ataque de azabache, se arrastró por el concreto, mientras ocurría algo bastante extraño e inexplicable. Varillas de metal y trozos se concreto comenzaron a amontonarse para formar una nueva pierna para la bestia que de nuevo estaba de pie, lanzando un par se pesadas rocas sobre Soujiro. -
El aura de su cuerpo finalmente se hizo presente, sabe que Yuki estará bien, por más que su primer reacción era sacarla de ahí para protegerla, mejor que nadie sabe el que no es débil, si no todo lo contrario.
Empujó su cuerpo contra la ventana para romperla de una vez, cayó del otro lado y rápido se incorporó. Una de sus manos proyectaría una espada de forma espiral, lo primero debía ser detener de su avance.
—Quedate ahí!
El arma no es una espada, es una proyección, cargaría la misma de suficiente mana para lanzarla de una vez, contra una de las piernas de la mole, a penas impactar explotaría, haciendo a la criatura perder el equilibrio para evitar el avance más allá de donde estaba.
-La pelirroja estaba a punto de dar una mordida a su pay, cuando de pronto, un poderoso estruendo se pudo escuchar desde el lugar de dónde venía corriendo más gente, como si huyeran de algo, de alguien. Y entonces una lluvia de rocas de concreto cayeron sobre la avenida, rebotando por doquier, aplastando autos y rompiendo vidrios. Una de las rocas entró por el ventanal de la cafetería, causando grandes daños en el interior. Una mole de roca de unos 4 o 5 metros de altura, se dirigía hacia el lugar, derrumbando edificios y postes contra inocentes.
—Eso crees? Considero que solo estoy listo para...—
Se detuvo un momento, por más amante de la comida que fuese, sus ojos no tardaron en captar a las personas. Se levantó casi de golpe, ¿Un ataque? ¿Un demonio? ¿Un Other? ¿O acaso los reapers habían llegado? Cualquier cosa podría ser, sus ojos brillaron en un tenue azulado, el mesero fue el más extrañado, más bien asustado por su cambio.
Soujiro se puso a ver con la ventana, intentaba ubicar de donde venía la causa de aquel escape, podria saltar por el vidrio de ir de una vez a responder antes de que las cosas se pongan peor.
—O quizás solo estás paranóico–Concluyó ella al tiempo que se acerca el mesero a dejar la orden que había recién hecho. Agradeció el servicio y en vez de tomar el muffin, mejor tomó el pay.
—Así que relájate y disfruta tu postre.—de pronto, fuera del local, se ven a un par de personas correr al otro lado de la calle.-
—Es extraño... Como si de alguna manera el auge de catástrofes se hubiera detenido.
Soujiro no es precisamente alguien de periodos de paz, quizás es por sus vivencias, encuentra más preocupación cuando todo esta en silencio, que con el relativo ruido de una amenaza que se cierna sobre su cabeza.
Apretó un poco el vaso, deja entrever que había incluso un poco de ansiedad.
-Me extraña demasiado que ninguna clase de caos haya surgido, lo agradezco... pero no me deja bajar la guardia.- Da un trago profundo a su bebida, cerrando asi sus parpados por un momento, el aroma del cafe y agregado a su presencia pueden traerle bastante calma.- ¿Y tu?
