Se quedó observando su propia mano por unos pocos segundos más, la verdad nunca había pensado en esto, cosas de no ser completamente diestro con la magia en un todo. Sonrió, algo nuevo, ciertamente una ventaja que no dejaría de agradecer a Yuki.
—No se me había ocurrido antes... La verdad es nuevo, es más práctico que solo usar los guantes— Le ofreció entonces la otra mano, por más que conozca a Yuki de mucho tiempo, siempre le resultará una caja de sorpresas.
-Esbosó una enorme sonrisa al ver que su plan había funcionado. Sus manos estaban totalmente intactas y en respuesta a la pregunta del cazador, asintió un par de veces.
—¿Verdad que es genial? Sin ardor, sin dolor, piel totalmente renovada y sin huellas digitables detectables. ahora... —Extendió la diestra hacia la otra mano —¿Lo hacemos con esta?
El fuego es su elemento, tanto como el trueno, eso facilitaba una resistencia ante tales elementos, incluso sus efectos. Pero no seria extraño que sintiera tan doloroso pasaje por la piel, su cuerpo debia contener la reaccion, a la par que apreto los dientes, de tal modo que guardaria cualquier otra forma de responder.
Pasaron los segundos, no fueron tan largos para su suerte. Una vez proceso completado, acerco su propia mano para palparla, se sentia diferente pero a la vez sin perder la propiedad sobre la misma.
-Sonrió complacida por la respuesta del azabache, así que con calma, tomó su mano y la envolvió con las propias. Aún tenía el guante puesto, así que sería lo primero que sufriera las consecuencias de lo que estaba por hacer, además que sabía que Soujiro tenía una gran resistencia al dolor.
Una bruma rojiza como humo comenzó a emanar de la mano de la pelirroja, envolviendo rápidamente la mano de Soujiro, carcomiendo cual ácido el guante de esa mano. Solo se podía la piel desmoronarse y caer al suelo como polvo de un cigarrillo. Entonces la bruma (miasma) comenzó a carcomer las yemas de los dedos de Soujiro, quemando sus huellas digitales lentamente, dejando durante este lapso, un aroma a carne tatemada, pero solo era la piel superficiel de sus dedos que parecía desvanecerse también como polvo al aire.-
-La conoce desde hace bastante tiempo, claro que no podria confiar facilmente, y Yuki se ha ganado el hecho de que este con ella no subiera sus defensas. Ofrecio su mano asi, estaba interesado en lo que le expone-
—Antes que nada, necesito preguntar ¿Confías en mi? —En ese momento, extiende las manos hacia a él, esperando que al tomarlas, responda a la pregunta que acaba de hacerle.-
