-Hablas de un lugar asi de bizarro?- Hablaba de su anterior mencion, pero luego de esto se centro en lo primero; despues de todo el tono rojizo de la zona aun no desaparecia del todo- O hablas de los cielos sangrantes?-

— Uno no sabe con qué escenario se encontrará. Pero mejor adelantarse a imaginar lo peor. Por si acaso. —Satisfecha con haberlo hecho reír, esbozó una simple sonrisa ladina. Para luego volver a caminar por el lateral de Soujiro. — Había estado en un lugar semejante. Cuando era chica. Ese lugar era mi aldea. —

-He conocido paramos bizarros durante mis misiones, pero hasta ahora no uno como el que acabas de describir... espero de corazón que no me toque tanta suerte - Agregaría terminando de reír, quizás necesitaba eso, después de todo hasta ahora estaba tenso.

No se le escapó la risa sino hasta escucharlo a él. Y se quedó sonriendo con pícaro mutismo, hasta pasar de andar a su lado a ponérsele en frente. Se sujetaba el hijab. — Espero que sólo lo imaginaras con los ojos y no con los otros sentidos. Ja, já. —

—…..— Se tapó la boca, incluso desvió la vista para poder soltar una risa, ahogada pero sincera, — Maldición, creo que hasta lo imaginé —

— Tiene lógica. Si puede llorar, ¿por qué no sangrar? Sólo espero... Que no aprenda otras funciones físicas menos higiénicas. O estaremos en una situación muy incómoda. —

—Hasta el manto celestial debe alguna vez experimentar una herida, como los humanos

— Cómo sangra el cielo. —