SoraisSky

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Afirmó con esa serenidad espectral que usualmente estuviera en sus facciones, le era innegablemente dulce el ver como su franqueza lograba hacerla ver tierna a los ojos del dios del inframundo. Que bella era la luna, particularmente esa noche, se notaba que el lazo que la uniera a ella con aquella dama era muy fuerte y tal vez por eso el astro se mostrara tan brillante, aunque su mirada no podía apartarse de la mujer de cabellos claros.



A pesar de ser un dios, su apariencia joven le hacia ser un poco inexperto con las palabras, quería ser lo más precíso posible en su admiración, pero era de esperarse que no le fuera fácil a alguien que por tantos siglos ha habitado en la soledad del mundo de los muertos. [/code]

R.off: Gracias por aceptarme y por dejarme hacer parte de entre tus amigos.
¿Te gustaria realizar una historia entre nuestros personajes?

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Notó aquel rubor en la piel de quien estuviera a su lado, por lo que en silencio admiró esa corta expresión, antes de que se desvaneciera gracias a los pensamientos de la misma doncella. Atendió a su pregunta, algo que curiosamente lo llevo a ser él el sorprendido; admiraba tanto el cielo nocturno que el que le preguntaran al respecto era algo que poco esperaba, aunque no por eso guardaria demasiado silencio antes de responder con algo de soltura.



Aunque tenía el telescopio a su lado, su índice derecho señaló en dirección al nor-oriente, donde se encontraran las estrellas que hicieran tributo a una de las historias más emblemáticas de la cultura griega. Quién más que el propio Hades para hablar admirar la constelación del músico que acudió a él en búsqueda del alma de su amada ninfa. Se trataba de la constelación de Lyra, esa que mostrara con timidez sus estrellas.

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[code]Su nombre era familiar, después de todo, era el de una de las deidades elementales que antíguamente gobernó el mundo en sus primeros años de creado, más miró el rostro de aquella mujer y, aunque la deidad en la que pensó no era hostíl, en su recuerdo no cabía la gentileza que esos ojos claros le mostraban a él en ese precíso momento. [/code]

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Concluyó, aunque su expresión en ese momento careciera de algún toque de algún sentimiento, se mostraba muy calmo, algo que el observar las estrellas le difundiera en esas noches serenas y solitarias. Por la pregunta de ella, miró por un momento su telescópio. [/code]
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Y con esa palabra, una sutil y fugaz sonrisa se dibujó en sus labiales por unos instántes, no se puede hablar con cariño de algo que en el interior apasiona al corazón. Regresó la mirada hacia ella, no estaba muy acostumbrado a la compañía pero no era como esa doncella le molestara, al contrario, la sentía agradable, como la luna mísma. [/code]

[code]Para el que carga con el dolor del mundo a cuestas por su deber divino, escapar un momento al mundo de las constelaciones y las estrellas es un hábito que le ayuda a mantener en armonía su arduo deber, le ayuda a inspirarse y no decaer. Sin embargo, esa noche en particular ocurriría algo que ni él mismo se hubiera esperado, una visita que mostraba que hasta a un dios solitario como él, podrían pasarle sorpresas. La luna que en su altar de estrellas le diera luz cada noche, parecía haber encarnado en la bella mujer que ahora estuviera cerca suyo, más su porte siempre era calmo o por lo menos asi lo era en esos instantes de esparcimiento. Alejó su mirada rojiza del telescopio que habitualmente le acompañara a esas horas, para asi dirigirla a ella.


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