*La vista desde esa distancia era increíble era mucho más emocionante que subir con su escoba. Al oír a su primo se aferro bien a su torso esperando descender*
¡Al menos un ciento de veces! Mira qué pequeño se ve el Lago. -Aceleró más. Ya quiere llegar a su destino, comer algo o tal vez tomar aquél Whiskey muggle que tanto le ha gustado. En minutos el Castillo se pierde de vista y sólo sobrevuelan el campo y el bosque, hasta que pasan tantos minutos que ya ven las luces de Londres a lo lejos.- Vamos a descender pronto, agárrate bien.
*Andy dejo salir un pequeño grito y se aferro a Sirius. Volteando atrás, el castillo comenzaba a verse más y más pequeño. Era una sensación muy agradable.* Cuántas veces has hecho esto? *subió su tono de voz por si no podía escucharla*
-Estaban saliendo a hurtadillas del castillo. Tuvo que poner un encantamiento en su motocicleta para que el motor se escuchara como ulular de lechuzas, con tal que nadie los descubriera. Así echó a andar el vehículo y aceleró, haciendo que avanzara varios metros y, poco a poco, se alzara en los aires, sobrevolando el bosque prohibido.- ¡No tardaremos más de cuarenta minutos en llegar!
