SirBorsDeGanis is using SimilarWorlds.
Join SimilarWorlds today »
Ficha del personaje (En construccion)
About Me
The Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
This user is not accepting Whiteboard comments.
gracias por aceptar, espero podamos llevarnos bien
SW-User
SW-User thinks you are Charming.
SW-User
SW-User thinks you are Awesome.
Usaria: Gracias por agregarme.
NoNameSkyfull · 26-30, M
Perfecfo... ¿Ahora cómo procedo?
Gracias por la invitacion cielo, espero que nos divertamos pronto. <3
NoNameSkyfull · 26-30, M
[2/2]

Diría que tomó un poco más, pero en nada me volvía a encontrar feliz con mi hamburguesa y en el camino a casa, dos lugares a la vez, estaba realmente feliz e infeliz de lo saciado e insaciado que me encontraba en ese momento, respectivamente, aunque no podía quitarme de la cabeza el haber olvidado algo... Como el grupo de mafioso que entró al local diez minutos después, del cual solo me percaté tras pedir un segundo vaso de agua y escuchar como eso los volvía a gatillar.

Suspiré por última vez pensando en si volver de nuevo en el tiempo sería buena idea.
NoNameSkyfull · 26-30, M
[1/2]

Hubo alguna vez alguien que me dijo, “solo existe el hoy, el ahora”, pero ese alguien no estaba en aquella ocasión como para buscar en mí algún argumento diferente, no. Ahí estaba yo, en aquel bar perdido junto a la carretera, con una verdadera blasfemia frente a mí, o eso clamaban todos los cañones a mi espalda.

Había llegado hace poco más de una hora. “Qué bonito bar”, había pensado nada más entrar y sentarme por la barra. Tenía un bonito suelo de madera y mesas muy al estilo del viejo oeste, probablemente era un bar temático, lo que no tenía en mente era que tuviera a la mafia armada sentada al fondo del local. “Demasiado temático”, pensé sin abrir la boca.

¿Pero dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Adonde voy? ¿Y por qué, sentado aquí donde ando, tengo un sinnúmero de sujetos intimidándome con sus armas de fuego, enojados y borrachos? Bueno, creo que esto merece una pequeña explicación:

Camino a casa, tras meses o años lejos (no tenía cómo estar seguro, siendo yo es muy difícil estarlo), me hallaba caminando feliz, pero muerto de cansancio, directo a mi hogar por aquellas carreteras perdidas por el fin del mundo civilizado... - El narrador pasa a contarse los dedos de las manos para declarar la distancia. Hoy tiene seis en una y siete en la otra. - ...Lo cual habría sido como a catorce kilómetros de la periferia de la ciudad, así que pensé en detenerme por un vaso de agua y una hamburguesa en el camino... Aunque jamás conté con que el bar contara con su propio grupito de enojones de rigor, de esa gente armada hasta los dientes, listas para atacar a la primera persona lo suficientemente suertuda como para toparse con gente tan genial. Osea yo. - Suspire.

Pensé por un momento en voltearme y hacer lujo de mis increíbles, pero ridículas habilidades de mago con el talco que llevaba, podría haber dado un salto y llenado sus ojos de talco para cegarlos, también podría haber transformado a tal inocuo polvo en algún arma o algo así. De seguro tú, lector menor de edad que me lees habrías hecho eso, pero a diferencia de ti, yo tengo veintitantos o veintisiempre y soy un ser realmente perezoso, así que deseché la idea de inmediato. Me volteé lentamente a observar a los asaltantes, pero el sonido de algún dedo casi accionando el gatillo al yo moverme me detuvo... Pero entonces tuve una idea, la idea más genial y perezosa que se me podría haber ocurrido, inmediatamente hice como si fuera a voltearme, pero en el último momento caí del asiento con una sonrisa en la cara.

“¡Ja!”, pensé, imaginándome como el más genial de toda la sala. Nadie habría visto venir tal jugada. Ni ellos... Ni yo, bueno, ya no podía verlos, pero no porque tuviera cerrado los ojos, no, no por eso, si no porque no me había solo caído de la silla, no, jamás tan indecente mis jugadas, me había caído del tiempo-espacio. Ahora viajaba a centenas de millones de kilómetros por segundo o más, observando pasar frente a mi ojos los más irreverentes mundos jamás pensados. Pensé en escapar, libre como un pájaro, a otro mundo, pero entonces recordé quién yo era y lo que podía y no podía hacer. No podía simplemente abandonar mi hogar de nuevo, no era fácil echar ancla sobre un plano, tomaba energías, requería toda una voluntad de hierro (la mía era de blando cobre), así que volví por un segundo, volviendo a abrir los ojos a medio metro del suelo, a tiempo para escuchar los sónicos sonidos de las armas de fuego.

“¡El abrigo!”, la imagen de un segundo yo apareciendo de la nada misma para arrastrarme de nuevo al infinito mundo etéreo que transitaba segundos atrás me hizo recapacitar. Nunca recurría a viajes en el tiempo, menos aún dentro de la misma línea espacio-temporal, pero yo tenía razón. “Gracias (...)”, asentí con un apretón de manos, aún no acabo de pagarlo y es el único traje que tengo. Inmediatamente luego, mi otro yo desapareció, quizás consumido por alguna anomalía temporal o enganchado a algún universo diferente... A veces pasa que uno trata de viajar entre dos puntos y tropieza en un tercero, suspiré por un momento ante la idea, pero entonces tuve otra.

“¡Ah!”, el golpe había dolido, finalmente había caído al suelo. Las manos de un ajeno, el cantinero, me sorprendieron, “¿e... Está usted bien? No lo vi entrar, me ha sorprendido”, sus palabras tan llenas de cuidado fueron refrescantes para mí, agradecí entonces su ayuda y me puse de pie, me di media vuelta y vi como no tenía ningún arma a mis espaldas, luego me puse a buscar un reloj por la sala hasta dar con uno de manecillas junto a la puerta de entrada. Eran las seis de la tarde, cinco minutos antes de mi llegada al local.
SW-User
Muchas gracias!

Sera un honor formar parte de los mercenarios.
SW-User
Cobarde ..yo?!

-Sus sentidos, mente y cuerpo estaban hasta el limite, tantos dias de batalla contra aquel hombre quien practicamente habia insultado su honor y no solo el suyo, el de todos sus antepasados al llamarlo incapaz de luchar como un humano normal dependiente de sus poderes habian hecho que en este ultimo momento el azabache ya se sintiese cansado, estaba ya en las ultimas al igual que su enemigo a muerte, pero aun con esas, aun con su cuerpo al limite y con su mente casi al colapso por el cansancio este no se dejaria vencer. Moveria uno de sus brazos, el menos lastimado de los dos el cual estaba cubierto por una parte de la armadura la cual no estaba tan maltrecha y lo alzaria al frente , aquel brazo recibiria la fuerza de aquel corte, logrando si danar la coraza de la misma pero cortando el movimiento de la espada ajena, evitando que este diese contra su cuerpo, su brazo debido a esto quedaria dislocado debido al desgaste y a la fuerza ejercida por el ajeno, pero este no se detendria por ello-

Si fuera un cobarde no habria ni siquiera aceptado este reto, no soy ningun cobarde, grabate esto en el cerebro, ni tus palabras ni mi puesto dicen nada de mi, no soy ningun cobarde, no soy tampoco el dios del orden.. yo... SOY ROY OKASAKI

-Gritaria ello con orgullo, orgullo hacia su nombre, su familia , su padre y madre ademas de sus ancestros, el nunca fue alguien de adjudicarse cargos o puestos que se ganase solo por "herencia" para el esa no era una manera honorable de llevar un titulo, pero eso si, su nombre dado por su padre y madre era algo que siempre llevaria con orgullo. Sin decir nada mas este alzaria a gran velocidad el brazo contrario que sostenia su propia Katana, y en silencio impulsaria la punta de frio acero hacia el cuello de su enemigo, con una fuerza e impulso suficiente para penetrar la armadura y directamente atravesar la piel del contrario, si ello llegase a darse, este moveria hacia la derecha su Katana aun dentro de la piel del ajeno y asi seria decapitado el mismo-

Tu.. no eres nada.