— ¿Ah?— A veces ni le comprendía del todo y ahí estaba: una Reina con la cabeza hecha bolas por el comportamiento y palabras del Fanalis. — ¿Ya te vas?— Cuestionó estrepitosamente.

- rie tranquilo y mira a la mujer- me gustan las mujeres, no es perversión admitir que mi Reina es una de las mas hermosas que he conocido, y no tengo motivo alguno para ocultar ese hecho mi reina, ya que yo se que aunque este general este ahora mismo en sus aposentos, jamas sera digno de tenerle a su lado - dijo haciendo una reverencia y girandose hacia la salida- nos vemos, quizás en la próxima vida, o en la que siga - rie divertido por la idea mientras cruza el umbral que dividía la habitación del pasillo-

La cara se le puso roja.
¿Porque un beso le había puesto así?, Tragó saliva de forma muy forzosa y al ser liberada dió unas zancadas hacía la puerta como quién huye. Pero esas palabras le hicieron erizar su piel, se detuvo en seco y regresó la mirada a él —.... No sabía que eras pervertido, Masrur— Soltó en un intento idiota por disfrazar sus nervios.

- le miro sin tapujos, admirando aquel escultural cuerpo y con intenciones de poner en marcha su sincero pensar acerco su rostro para besar su mejilla; luego soltó el cuerpo de la dama para dejar alejarse - ve... no tengo motivos válidos para detenerle mi reina, aunque debo admitir que ahora que nadie le ve, me encantaría que se quedara así....

Notó el cambio de actitud en Masrur, era curioso pero no logró descifrar el porqué de su gesto cuando mencionó a Ja'Far. Habían cosas que aún no comprendía o más bien no quería admitir o algo peor: darse ideas erróneas. —Mientras sea yo quién cuente con tu compañía estaré más que agradecida, no podía pedir otra compañía—Sintió la manera en cómo le sujetó, y de nuevo....ese escalofrío. — ¡Jaja! Nos hemos puesto muy serios de pronto. Yo... Debería vestirme— Rió tontamente tratando de ocultar un breve nerviosismo.

- al mencionar el nombre del albino el rostro del pelirrojo se frunció un poco, en tono de celo, pero luego giro sus ojos hacia sin y solo dijo en una voz un poco mas solemne - no hay lugar a donde yo quiera ir mas, que a donde estén sus manos mi Reina... - luego de eso miro de nuevo su brazo sostenido por ella y con esa mano, tomo el brazo de la reina, ahora era el quien la tenia sostenida, y quien no le dejaría ir-

Quedó sorprendida pero no le soltaba el brazo al Fanalis, recordó que él poco hablaba y solo abría la boca para decir cosas exactas, necesarias y veraces. Desde que lo conoció y compartieron aquella batalla en esa arena de gladiadores; sí tan solo... tan solo ella hubiera cerrado la boca y le hubiese hecho caso a su advertencia, habría evitado esa época de esclavitud.— ...¿Es lo que quieres?, aún me sorprende que halles gusto quedandote aquí...me pregunto lo mismo con Ja'Far. Admito ser una irresponsable muchas veces pero siempre están ahí cuidandome cuando debería ser al contrario,¡Soy mayor que ustedes!—

un carpintero y un ebanista podrían decir que trabajan con la misma madera, pero uno de ellos solo hará una silla, y el otro esculpirá un busto perfecto... tu fuiste el artista Sin, yo solo soy un carpintero.. mmmm bueno, mejor dicho solo soy el martillo que usaste para golpear la madera - rie bromista mientras se siente tomado del brazo, hablaba mucho, mas de lo normal y eso le hacia sentirse incomodo, no sabia como expresarse bien en palabras- dejame ser tu martillo todo el tiempo que lo necesites, tu sigue siendo quien construya lo que desees conmigo...

♧ Notó a Masrur tan cerca, más de lo normal y por unos instantes se sintió un poco intimidada, fue extraño... estaba acostumbrada a muchos tipos de miradas, desde el respeto hasta la lujuria pero era algo que no le daba mucha importancia pero Masrur ¡Ah! Algo pasaba con él o con ella quién era casi incapaz de reconocer algún sentimiento, le aterraba.
— ¿Eh?, Espera Masrur ¿Ya te vas? Y.... ¡oe! ¿Que fue eso de que tan bonito como...yo?— Ni notó que le estaba tomando por el brazo con esos ojos miel bien abiertos y brillantes como el mismo sol — Masrur ¡Este Reino! Se construyó con todos nosotros...no es justo solo llamarlo "mi obra" tú estuviste ahí...levantando cimientos—

- se puso detrás de su cuerpo un momento, solo quería sentirla otra vez en cercanía, luego de unos segundos y cuando ella hablo del Reino, los ojos agatados de aquel hombre se entronaron un poco para poder apreciar lo mismo que su Reina, cansado de la vista suspiro y solo dijo en voz casi musitada- este lugar es tu obra, tu lo hiciste así de bello, tanto como tu Sin... - después dio la vuelta y se dirigía hacia la otra ventana dispuesto a saltar, aunque antes decidio solo sentarse y mirar como la luz hacia ver la piel de esa hermosa reina tan perfecta... al parecer el sentía algo mas profundo por aquella dama, pero jamas podría decírselo de forma directa-