Día 1: -allí estaban ambas chicas, de pie en la entrada de aquella escuela especial. El taxista aún terminaba de bajar las maletas del auto y Silvia solo miraba la entrada y a algunas de las otras estudiantes nuevas entrando al lugar. Parecía muy tranquila en el camino para ahora que estaba frente a ese gran portón simplemente sus nervios se hicieron dueño del cuerpo y apenas y podía estar de pie-
Es más grande de lo que imaginaba... -susurró a su acompañante y luego dejó salir un suave suspiro buscando calmarse-
Mucho gusto Bonnie y Silvia y si me vendría bien algo de ayuda. -Respondio con calma mirándolas con una sonrisa.- Me dieron esta habitación le entrego a Bonnie el papel con el número de su habitación-
-dijo enseguida cerrando la puerta tras de sí para así acercarse a ambas chicas observando también las cajas-
Son tus cosas? Podemos ayudarte si quieres
SW-User
— Gusto en conocerte Morgana, soy Bonnibel. Puedes decirme Bonnie...
Dijo la albina inclinando un poco su cabeza para saludarle de manera respetuosa. Esperaría a que su amiga se presentara también y luego, señala las cajas de Morgana.
— Oh ¿Necesitas ayuda? ¿Qué número de habitación te dieron?
Hola si claro-Sonrio a las dos chicas aún en la puerta para después pasar al lugar antes de presentarse dejo las cajas en el suelo y sacudir el polvo de su ropa- Soy Morgana mucho gusto
Si, ya sabes...hay alfas que se aprovechan de su fuerza y así...
-antes de terminar de hablar escuchó la puerta y al ver que se levantaba dejó la caja sobre la cama y la cerró, se asomó a la puerta para encontrarse con la chica nueva a quien saludó con una sonrisa amistosa-
Hola! Bienvenida... Quieres pasar?
SW-User
— ¿Defensa personal?
Bonnie levanta un puño y lo mira, ella no se sentía capaz de eso. Antes de que pudiera decir algo, golpearon la puerta de Silvia y como si estuviera en casa, la albina atendió. Se trataba de la monitoria de las chicas, avisando que una nueva estudiante había llegado y si podían bajar a ayudarle.
— ¡S-seguro! —Exclamó con una sonrisa tímida y luego se dirigió a Silvia — Vamos, las donas pueden esperar.
-Ser nueva en un instituto no era tan bonito luego de que se mudaran una segunda vez empezar desde cero era lo que más odiaba, iba pensando en eso mientras llevaba un par de cajas entre sus brazos, toco la puerta de enfrente esperando que alguien saliera-
Tenemos que buscar un lugar para guardarlas donde no se dañen o se las roben -toma asiento a su lado y saca de la caja una de las donas glaseadas para morderla. Al escuchar su pregunta piensa un momento antes de hablar-
Creo haber leído que hay una clase de defensa personal dictada por una alfa, me pareció interesante, no he visto más opciones. Tu con cuál te irás ?
