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Saria · F
Aunque Silence no lo permitiera, sin preguntarle lo haría. Tomaría su dolor y lo haría propio, lo abrazaría tan fuerte sin dejarlo ir para que no pudiera hacerle daño a todo lo que más amaba. Cerró sus ojos con fuerza y estrechó contra su cuerpo a la Liberi permitiendo que liberará todo lo que le había atormentado por quien sabe cuánto tiempo. Acarició su espalda con suavidad sin poder decir nada más, ninguna palabra podría aliviarla, nada de lo que Saria hiciera lograría calmar el dolor y el terror que su amada estaba viviendo.
Silence1576287 · 26-30, F
Se acurrucó contra el cuerpo de la Wyvern. En ese estado Silence parecía más que nunca un pajarito frágil y herido. Rodeó a Saria con la gran ala en la que los cristales negros resaltaban como una maldición. Se permitió permanecer en silencio, al fin dejar ir todo aquéllo por lo que no había tenido tiempo de llorar, todo su miedo, su frustración y su ira. Su cuerpo no había dejado de arder en fiebre, era uno de los síntomas de la infección, más el medicamento rápidamente contrastaba con la enfermedad y mitigaba el dolor lo suficiente como para hacerlo soportable, aún así, no era capaz de detener sus lágrimas. —No permitiría que te sacrificaras por mi...— Dijo con un hilo de voz, aún oculta en ese protector abrazo.
Saria · F
La idea de una posible perdida ya la había vivido antes, con Ifrit y era sin duda uno de los peores sentimientos que podía experimentar. Había visto a tantos caer, a tantos ceder por la oripatia pero quería tener esperanza. Pero tras aplicar la inyección y ver cómo Silence le miraba llena de lágrimas le partió el alma, sabía que había algo más pero no quería obligarla a hablar acerca de eso, no si no estaba lista. Hizo a un lado la jeringa y se recostó a su lado para poder sostenerla y rodearla protectora en sus brazos. — Me imagino que debe ser doloroso, quisiera poder cargar con ese dolor en tu lugar. —
Silence1576287 · 26-30, F
—No me regañes...— Se quejó mientras descubría su brazo lo suficiente como para que Saria pudiese aplicar el medicamento. Cada vez que sentía esa aguja contra su piel era un martirio, un constante recordatorio que su vida era ahora un reloj de arena, y que la arena se estaba agotando. Que un día retrasar el efecto de la infección no sería suficiente, que tendrían que aislarla, jamás volvería a ver a Ifrit ni a Saria, moriría sola, llorando de dolor entre frías paredes... Y que Saria fuese así de cariñosa era lo que dolía más. Quizás de forma inconsciente quería alejarla para no sufrir por ella, ni hacerla sufrir. No quería mirarla, y cuando lo hizo, lágrimas brotaron de sus ojos. —Duele...— Se excusó, para no hablar de sus verdaderos sentimientos.
Saria · F
Reprenderla no tenía sentido y tampoco es que quisiera hacerlo, su expresión no ocultó su preocupación y ante la seña no dudo en ir y buscar la ampolleta que tan bien conocía. Preparó todo lo necesario y sin preguntar nada más se acercó a Silence para aplicar la inyección. — Silence...no es algo que puedas omitir. — Tomó asiento en la orilla de la cama y acarició su cabello suavemente, descendiendo por las hermosas plumas que lo adornaban para al final acercar su mano a su mejilla y acunarla. — Te pondrás mejor, me quedaré a cuidarte. —
Silence1576287 · 26-30, F
—...Creo que lo olvidé.— Sonrió ligeramente. Cuando trabajaba, ni siquiera pensaba en nada mas y Saria había dado con la razón de su agotamiento, de que su cuerpo diera todas aquéllas señales de que su infección estaba avanzando. —Puedes buscar una ampolleta allá...— Débilmente señaló un estante lleno de medicinas y material médico cerca de ellas.
Saria · F
Sentir su cuerpo ceder al cansancio fue suficiente para acrecentar la preocupación de la albina quien no dudo en apresurar su paso hasta la habitación. Depositó a la castaña en la cama y tomó asiento a un lado, su diestra acunó su mejilla e inmediatamente frunció el ceño. — Estás ardiendo. ¿Tomaste tu medicina?. —
Silence1576287 · 26-30, F
–Saria...– Se quejó pero ningun caso tenia luchar contra la fuerza de la Wyvern, la superaba por mucho, así que simplemente suspiró y se sujetó de su cuello. –Se que no estamos en Rhine, pero también tengo responsabilidades aquí.– Se venció recargando todo su peso en ella. No había caído en cuenta de lo agotada que estaba.
Saria · F
Suspiró pesadamente y rodeo el escritorio para colocarse tras ella. — Esto no es Rhine, podrán sobrevivir un día sin ti.— y sin advertencia alguna movió con facilidad la silla y cargo a la Liberi. — Vamos, por favor...
Silence1576287 · 26-30, F
Negó. —Debo trabajar, Saria... Solo necesito un café.
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