SigmundGin

** Poesías y cantos han tratado vagamente de describir aquello impalpable del mundo onírico. Lo que se dice es inexistente, que solo se vive como una ilusión cuando el cuerpo entra en la fase profunda del sueño. Y han mencionado ello como algo etéreo, inexistente, relativo a los mitos. Ninguno de estos murmuradores ignorantes ha de saber del mundo de Morfeo, del país donde se halla la ignota ciudad de kadath, el reino amorfo donde se dice que “los dioses otros” duermen y danzan alejados del reino vigil humano, de las descarnadas criaturas de la noche y de muchos otros jugosos misterios que allí toman forma aterradora. En el mundo de los dormidos, donde solo los soñadores más avezados; o algún afortunado con la llave de plata; entran conscientes de que es una realidad sólida, suceden toda clase de anomalías, como un puente entre la infinidad de la potencia de la imaginación y la creación configurando un escenario lleno de países de fantasía y misterio.

Misterioso, también es el ente sombrío que se ha paseado y paseado a través del gran bosque encantado en las altas tierras del sueño, donde “esos duendecillos” viven sometidos a la vigilancia cizañosa de los gatos de la ciudad de Ulthar, ciudad que de hecho resulta bastante amañadora, pero ni siquiera allí acunan los ocultismos más inquietantes que hayan hecho quedar al viajero de las tierras del sueño quien en su migración constante en busca de llegar a Nyarlatotep, ha ido a parar al puerto de Dylath-Leen, la ciudad más grande conocida de esta superficie.

Los extraños no pueden pasar desapercibidos en una metrópolis como esta sin correr riesgo ante La cantidad de embaucadores, piratas, monstruos y anomalías que allí se aglutinan como una colonia parasitaria y asquerosa. Y emprender un viaje por las extensas tierras oníricas a sabiendas de que está a punto de toparse con algo de magnitudes cósmicas, le llevan a volver esta serie de excursiones un tema militar de alta importancia en la AR`S (armada superior) por lo que había enviado un llamado directo a su controvertido compañero de armas, y a pesar de que tiempo y espacio los separara, el tatuaje emblemático de la organización que ambos comparten como Paladines, les permitió comunicarse traspasando las fronteras súper naturales para admitir una comunicación directa, pero complicada a decir verdad por la extrañeza dimensional que se genera en la ensoñación. Para su compañero, intentar acceder a ese reino no sería muy difícil, pues, ya cuenta con las claves dadas por Génesis para ingresar de manera segura a través de los incontables peldaños y los bosques encantados, la cuestión seria encontrarse ambos en tan distopica urbanidad, considerando que ambos son extranjeros, y andan perdidos como tiburón en piscina. El punto de encuentro pactado fue un bar, el más grande que lograran hallar en la desconocida ciudad, por lo que por días ha estado asistiendo a esos formidables sitios de mala muerte, a ver si por algún milagro lograra coincidir con su aliado, con el que perdió contacto extrañamente una vez este se dijo que ingresó también a las tierras de Morfeo, quien sabe qué tipo de afectación se habrá dado en sus tatuajes, pero, la comunicación por tres días ha sido imposible.

Aunque yace encapuchado, de pies a cabeza, como una sombra andante que no revela su identidad, raza o naturaleza ante las miradas malintencionadas de los locales, sabe que su compañero sería capaz de identificarlo así este estuviera cubierto por diez mil telares, pues, el lazo estrecho que comparten de hace siglos, no solo como camaradas, sino también como rivales, les han dotado de esa incomoda conexión casi instintiva.

Aunque se haya sentado en la barra, se abstiene de beber algo más allá de una sola cerveza, pues, si bien las toxinas, drogas y venenos no le suelen hacer mucho daño, prefiere menguar los riesgos de ingerir alguna bebida desconocida y caer inesperadamente secuestrado en manos de piratas, ese riesgo es muy latente para los extranjeros que frecuentan dichas localidades y todos lo saben. ¿Esta noche habrá más suerte? **

¿Mademoiselle? esa formalidad es fría