-Corría tan rápido como se lo permitían las piernas. Sonreía emocionada, si lo hacía bien, podría ganarse una posición de mayor importancia entre lo suyos, ser solo un dragón de luz que cura heridas ya no era algo que quisiera para el resto de su vida.

Desde la lejanía, los rugidos del habitante del templo aún se podían escuchar, Hikaru estaba más concentrada en llegar ahí, pero de pronto, el movimiento de una extremidad, similar a una cola de lagarto, pasó a toda velocidad hacia ella para embestirla de frente y golpearle en la cara.

—¡¡¡¡...!!!! —

Echó todo su peso hacia atrás, no sabía que si lo lograría, gracias a la velocidad de su carrera y la arenisca suelta en el terreno, logró derrapar a tiempo para evitar el golpe directo de la cola de un enorme ser humanoide con características reptilianas en todo su ser.

—¿QUE DEMONIOS ES ESO? —Le exclamó al desconocido mientras la criatura alzaba el pesado tridente.

"Genial..."

Se puso de pie rápidamente y (...