¿Qué había de interesante?, todos lo hacían a final de cuentas. Su mirada afilada estudiaba cada uno de sus movimientos, tan relajada, pegaba de confiada. —Es por eso que no peleas. Porque ella hace todo por ti. No estoy para hacer lo que un gato me pide. — básicamente en el campo de batalla hacia lo que quería, mataba a tantos los que se cruzaban con su camino ahí no había reglas, únicamente no comprometer la posición de la Doctora. —Aunque es tentador, gracias pero no gracias.
Es interesante que impliques que siento lástima. -Dijo con la paleta aún entre sus labios.- Más me da curiosidad, ver hasta donde eres capaz de llegar. Podrías encajar bien en Glasgow, ¿Sabes? Indra necesita una compañera de juegos que le de batalla.
—Esa es la idea, gatita. — Se cruzó de brazos y sonrió ladina incluso parecía burlarse. —¿Qué hay de malo en eso?, ¿Es común en los de su clase sentir lástima o algo así?. —
Careces del sentido del peligro, eso te convierte en alguien muy tenaz, o muy estúpida. -Levanta un poco la mano en la que sostenía una paleta.- O quizás... Solo no le temes a la muerte porque sientes que ya estás muerta y quieres llevarte contigo a todos los que puedas. -Coloca el caramelo dentro de su boca.-
-Sonrie ladina - No te debo respeto aquí, no estás en las calles donde mandas. ¿Joderme el cerebro?, solamente veo las cosas con total claridad y no le temo a nada, nisiquiera a la muerte.
