-Pese a su apariencia, que si es joven como aparenta, con sus 18 años de edad es reconocido como un gran científico reconocido allá en la Colonia 9. Las palmadas en su cabeza fueron recibidas con una mueca algo incrédula, en verdad lo estaba tratando como un niño, luego de eso sacudió su cabeza un poco para volver a "peinarse" por si lo desarregló.-
Ignoraba completamente que existía un registro así, Monado nunca fue tomada como un arma cualquiera, ni siquiera Dunban estaba inscrito en las fuerzas militares como portador de ella.
-Frunció un poco su entrecejo y apretó el mango de la espada, al hacer esto la zona cristalina de la espada, aquel circulo trasparente después de su empuñadura, emitió una potente luz blanca, esta misma luz se iluminó en todo el trazado de lineas azules que tenía el arma.-
Pensé que por ser el elegido para portar a Monado, sería suficiente, ¡Bien! Dime, dónde debo ir y ¿Cómo debo marcarla? ¿Espada de un Dios? O algo así
- No pudo evitar soltar una carcajada ante el asombro del muchacho, ¿Quien lo iba a culpar? Se notaba a leguas que era un simple chiquillo con demasiado poder en sus manos. Negó repetidas veces con la cabeza y se tomó el atrevimiento para palmear la cabeza del rubio. -
No es un permiso, es un registro de propiedad. Debes anunciar en el Registro Universal de Armas que portas esa cosa y que es tuyo, además de registrar su nombre y propiedades. Es un trámite sencillo, nadie te dirá nada después si te la roban o algo.
-La expresión de rubio pasó de serena a asombro, no tenía ni idea de que necesitara papeles o permisos para portar aquella legendaria arma. La empuñó con ambas manos de manera vertical y también miraba aquella espada con detalle.-
Ignoraba por completo que debía pedir permiso, en la Colonia 9, Dunban me dijo que yo seria el único que puede llevarla. ¿A quién debo pedir permiso?
¿Esto? Es Monado, la espada mas poderosa que existe, pero aún no conozco todo sobre ella, parece que soy el único que puede llevarla sin ser manipulado por ella.
