— Veo que tienes hambre... ¿Gustas esta flor de chingxin? Lo se, no tiene buen aspecto, y no voy a mentirte, no sabe nada bien... Pero... Supongo puede remediar tu apetito. —
— Sí, sólo no seas como Paimon que le pone apodos a todo el que le cae mal. — sonrió al recordar todas las veces que su acompañante ha bautizado a sus nuevos conocidos.
— Descuida, creo que lo entiendo. Ahora comprendo un poco mas la relación entre mi maestra, y Ganyu. Suelen llevar una relación parecida, jamás imagine que con ello, fortalecían aun mas su amistad. — Expreso, llevando una de sus manos hacia su barbilla.
— Eeeh... No,. Bueno sí pero no. — sonrió, mientras buscaba las palabras adecuadas para explicarle. — Cuando tu amistad es muy cercana con alguien más, y hay mucha confianza y el sentido de humor es similar entre ambos; es común darse apodos raros. Ya sea para acortar nombres, o hacer mención a algo gracioso que haya pasado alguna vez... No se si me di a entender. —
— ¡Claro que no! Los amigos siempre hacen cosas por sus amigos sin esperar nada a cambio. Si fuera abusivo, Paimon no sería mi amiga ya, siempre cocino para ella. —
— ¿Cocinar algo? Mmm... Supongo que seria una buena idea. Aunque la ultima vez tu me invitaste una bebida, ¿No seria abusivo de mi parte pedirte algo asi? —
