Siendo un día aparentemente normal en las áreas verdes de Liyue, Shenhe emprendió su viaje en camino a quien consideraba uno de sus pocos familiares. No era la primera vez que ambos se habían visto; de hecho, ambos acordaron esta salida para mejorar sus habilidades. Dado que Shenhe había entrenado arduamente con los Adeptus, consideraba buena idea el dar algún par de practicas al joven.
Colocada bajo un árbol, permaneciendo recargada sobre el tronco, y aprovechando la sombra que el mismo brindaba, permaneció quieta, y cruzada de brazos hasta divisar a quien esperaba.
Era consciente de lo complicada que estaba su familiar recientemente conocida, a la hora de tratar con multitudes, por lo que un lugar de reunión más calmado y alejado de la ciudad fue lo óptimo para ese encuentro premeditado. Desde esa vez que ella le prestó su ayuda para exorcizar a un enemigo, Chongyun se había sentido muy intrigado por saber más de ella, después de todo eran familia, tras oír su nombre supo de inmediato que además, era su tía, lo cual provocó que se sintiera aún más interesado y emocionado por volverla a ver.
Fue entonces cuando finalmente se presentó en el lugar acordado; con unos pocos minutos de retraso, algo no pudo evitar.
— Lamento la tardanza, ha estado muy soleado últimamente, me es difícil tener que lidiar con este tipo de clima. — Hizo una rápida reverencia a modo de saludo y disculpa al mismo tiempo, manteniéndose de pie frente a la exorcista.
