—Hoy me siento benevolente, así que decidiremos tu destino al azar.
¿Era benevolente o particularmente sádico? La expectativa de comenzar un juego del gato y el ratón le tentaba; aunque sería un capricho que duraría poco, antes de volver a decidir cazar a sus presas tan rápido como las deseara saciando sus jugos gástricos.