No le sorprendió su respuesta. Mientras esperaba a que su respiración regularizara, terminó de quitarse las túnicas que suponían cubrir su torso y usó la tela para limpiar su ingle y su propio miembro. El mismo todavía estaba semierecto, tomaría unos minutos volver a la normalidad.

Se acomodó las túnicas de la parte baja de su cuerpo y lo tomó entre sus brazos para cargarlo mientras se alzaba del suelo. Lo llevó afuera, donde a pocos metros había un pozo de aguas muy calientes.

—Cerca de aquí sólo hay termales. ¿Te hacen daño?

Le preguntó mirándolo.

Cierra los ojos en cuanto le hace limpiar sus dedos, pero lo hace sin protestar de ninguna forma, terminando por quedar recostado de lado cerrando los ojos, mordiendose el labio inferior y reaccionando en cuanto finalmente le habla con un tono normal.

- Vine a atacarte.... pero al parecer no funcionó.

Responde con la voz entrecortada por su propia respiracion, suspirando con suavidad e intentando sentarse, cosa que le fue imposible y termina de nuevo recostado en el suelo, mirandole desde abajo.

- No dejo de estar enojado contigo... pero me siento mejor...

Se sentó en el suelo a su lado, con el sudor visible corriendo por su torso, que se movía con cada respiración profunda. Solo después de unos cuántos empujones de sus manos accedió a sacar sus dedos mordidos de la boca ajena, pero no tardando en tomar su mentón, para que no alejara el rostro. Tras dejarlo tomar aire, acerco su otra mano, empapada en el semen del menor, y le introdujo los dedos en la boca, uno a uno, obligándolo a limpiar lo que había hecho.

A pesar de que se notaban sus rasgos bestiales, su mirada ya parecía haber cobrado consciencia. La forma en que lo miraba era única, entre cálida, pero curiosa y siempre seria.

—Meiren...

Su tono ahora era el que siempre había usado con él.

—¿Qué haces aquí?

No podia hacer mada, su cabeza estaba hecha un lio gracias a todas las atenciones del dragon, especialmente cuando se adentra en el hasta lo mas profundo, xerrando los ojos una vez se termina vaciando en su interior, mordiendo los dedos del dragon en lo que llenaba la mano que lo masturbaba de semen, tragando en seco y sintiendo como desbordaban los fluidos de su entrada, gruñendo y relajandose al maximo, cayendo por completo sobre el suelo con su cuerpo aun teniendo fuertes espasmos por el orgasmo que acababan de compartir.

- Ggghhh....

Aun tenia los dedos ajenos en su boca, lamiendo la sangre que ahora tenian luego de haberlos mordido, tomandole de la muñeca e intentando apartarlos de su boca, necesitaba respirar.

Su cola que también apareció para entonces, rodeó uno de sus muslos y lo obligó a abrirse más, permitiéndole entrar por completo al miembro que se encontraba en su máximo grosor. Como pudo siguió masturbando y como pudo siguió exigiendo las succiones en sus dedos, invadiendo cada centímetro de él que podía pensar profanable. Pero algo de torpeza se notaba en sus movimientos y en sus exhalaciones entrecortadas cuando ya el momento de volver a liberarse se acercaba.

Otro corrientazo lo recorrió desde su entrepierna, sosteniendo el delgado cuerpo adverso con firmeza mientras se dejaba vaciar, esta vez por completo dentro de él. Una mezcla de fluidos anteriores con nuevos y con ajenos desbordaron la cavidad repleta del menor y se vertieron sobre su miembro cuando él poco a poco salió de su interior.

-Anghh!!

No se esperaba que invadiera su boca con aquellos dedos de dragon, aunque no demora en apretar sus labios alrededor de estos y chupar con ganas en lo que era penetrado por ambos agujeros, dejando que los dedos hicieran desastre dentro de su boca, jugueteando fon estos con la lengua.

-Mghhh!!!

Cierra los ojos, estos soltando pequeñas lagrimas que recorrian su rostro y caian sobre la madera del suelo que a penas los soportaba, apretando sus interiores y asintiendo en cuanto le dice que era suyo.

Finalmente habian consumado sus sentimientos, aunque hubiera deseado disfrutar de estos momentos cuando aun lo amaba con pureza y mo cuando este amor estaba entrecruzado con odio y recelo, sus caderas moviendose tambien intentando obtener mas tanto de su mano como de su falo, temblando en señal de que estaba cerca de su siguiente orgasmo.

Deslizó su mano desde el cuello hasta la boca ajena y la invadió con dos de sus largos dedos, que se metieron hasta su garganta y salieron, jugando con su lengua, repitiendo esa moción, convirtiendo eso en una doble penetración, forzada si es que el otro no colaboraba en succionar. Para su deleite, podía ver bien su expresión, de a momentos pareciendo aterrizar en la realidad de tener a alguien amado entre sus brazos, pero pronto perdiéndose en su propia bestialidad.

Su otra mano no dejó de bombear el miembro, excepto cuando uno de sus dedos, imponente, delineó apretó el glande.

—Eres mío ahora.

-Ah!

Se sorprende en cuanto es tomado del cuello, alzando mas sus caderas y separando sus piernas, cerrando los ojos por unos segundos antes de abrirlos para mirarle directamente al rostro, en el propio notandose el desespero que tenia por terminar. No se esperaba ser masturbado por aquella garra, pero esto trae una nueva ola de sensaciones a su cuerpo, apretando mas sus interiores y tragando en seco de la mejor forma que podía.

- Demo...nios...

Las sensaciones eran demasiado fuertes como para poder hablar otra oracion que no fueran maldiciones o el nombre de quien lo montaba, rodeando la cintura del mas alto con su cola dejandole espacio para moverse a gusto.

Soltó su cabello para tomar nuevamente su cuello, pegándolo más contra sí, siendo ahora capaz de ver su rostro de cerca, y su otra mano pasó a su miembro, envolviéndolo por completo, masturbándolo a la par de sus embestidas animales.

No podía articular palabra, pero su voz se hacía cada vez más presente en gruñidos guturales y roncos; sus colmillos volvían a marcar cuanto espacio libre quedara en su piel y su lengua bífida lamía insaciable su sangre.