*Ladeó el rostro con suavidad sin dejar la curiosidad a un lado, miraba al mayor esperando una respuesta, la tierra donde estaba de pie estaba verde y llena de vida como si siempre hubiese sido así*
Tu aroma me es familiar, me agrada
*Afirmo sin dejar de mirarle*
Entonces ¿También te llamas Khan? Jaja que chistoso, Khan y Khan
*Su sentido del humor era bastante sencillo al ser tan joven todo le causaba gracia*
La pequeña voz llamó su atención; por una parte, porque era extraño saber que alguien más que él o criaturas monstruosas pisaran un terreno tan hostil, por otra parte, porque se le hacía conocida.
Y al mirar bien al pequeño, se le acercó, sintiendo la calidez invadirlo poco a poco.
