Fue un movimiento rápido de su diestra, repeliendo el ataque del Gryffindor gracias a su maestría en hechizos no verbales, otorgándole esta habilidad que dominaba bastante bien una significativa ventaja. Dio un paso e hizo un ademán más, lanzando un sectumsempra directo a la mejilla de su contrincante.

—Predecible, Potter. —Masculló el pelinegro con dientes apretados seguro que su ataque no le habría hecho mayor daño.— No eres más que un...

Se contuvo, pues recordaría a Lily detrás de él. Se volvió, rodeando con su brazo izquierdo el cuerpo de la pelirroja para alejarse con ella de ahí. Podría protegerla con su propia destreza, pero por esa ocasión, para mantenerla a salvo de la arrogancia de Potter.

—¡Al fin tienes algo de valor, serpiente! —James estaba extasiado, llevaba mucho tiempo queriendo darle una lección a Quejicus de frente; tal vez así Lily se daría cuenta del error que cometía al ser amiga de alguien como él. —La práctica puede esperar. —Respondió a Lily sin apartar la mirada del Slytherin y sin permitir que su sonrisa confiada se borrara ni un momento. —Que quede constancia de que él me apuntó primero... ¡Expelliarmus! —De un momento a otro Potter extrajo su varita e hizo un movimiento rápido hacia Snape, apuntando directamente a su mano en un intento de desarmarlo; debido a que Evans se encontraba demasiado cerca de su contrincante evitó lanzar algo potente, no quería arriesgarse a darle a la pelirroja.

— ¡Severus! — Reprende una vez más al pelinegro con la mirada e insiste en interponerse entre ellos. — Vámonos. Esto no vale la pena, Sev. Potter, estoy segura que las prácticas de Quidditch están por empezar. No querrás llegar tarde, ¿cierto? —

-Detiene el trayecto de sus dedos bajo la tela formal del uniforme. La presencia de la pelirroja es suficiente para acallar el repertorio de insultos y maldiciones que tenía listo para el arrogante Potter. Se adelanta un paso, colocándose frente a la pelirroja y sacando la varita de la manga con un brillo peculiar en la punta, amenazante y listo para atacar.-

A diferencia de tí, Potter, no necesito de nadie que me defienda. Tampoco necesito de cómplices para atacar.

—¿Demasiado asustado como para atacar primero? Siempre tan cobarde, Quejicus. —Respondió con una sonrisa orgullosa mientras sus dedos rozaban la varita guardada en su bolsillo derecho; sin embargo se vio obligado a detenerse ante la presencia de Lily. —Salvado como siempre. Agradece que Lily está aquí.

— ¡Potter! ¡Severus! — Se planta en medio de ellos; su gesto lo dice todo: está molesta. — Basta. —

¿Ah si?


-Seriedad en la expresión del Slytherin quien con lentitud, acerca los dedos a la manga de su túnica dónde resguarda la varita. -

Vamos Potter, dame un motivo, haz el primer movimiento. Te lo ruego.

—¿Emboscada? Podría derrotarte fácilmente sin ayuda y de frente, Quejicus.

Para tu desgracia, Potter, se necesita más que una emboscada de cuatro para deshacerse de mi.

—Quejicus; ya se me hacía demasiado bueno el no verte al rededor.