Un quiebre surgió después de tanto tiempo aturdido en la contemplación de la nada, una sensación inexplicable que incluso después de haber destrozado casi todo a su pasó y haber puesto todo de cabeza, no había sido suficiente. Era como estar en un sueño que flotaba en inclusive las dos voces de sus ciervos le eran fantasiosas.
— Mi-Suk.. tu también avanza.-
La aura que emana era turbulenta, violenta y oscura, una faceta que Lord Seungho era difícil de explicar.