El desplante le había causado algo de gracia e incluso la distancia marcada que sobre puso entre ambos le fue algo inesperada. No le habían negado antes un gesto de afecto entre los nobles.
- Te observaré que hagas bien tu trabajo, soy un bastante exigente.-
En su rostro tenía una tenue sonrisa ladina por el cohibimiento del chico que destilaba una acción sumamente "virginal" e inocencia. Sin vacilar volvió a sujetar el cordón y avanzar en el trayecto fue a paso acelerado y en silencio hasta llegar a la entrada de residencia