— En realidad solo la tome porque pensé que se enojaría y me la pedirías de vuelta. —
Se rasco la mejilla, no estaba mintiendo, y hasta se la iba a entregar, pero al parecer solo el enojo y demás porque se la devolvieran era una fachada. Al menos ella entró con cuidado en silencio, ah, parece que ambos estarían solos, serviría para que pudieran conocerse más, a ella también le intriga que se supone que es él exactamente. — Por eso está demasiado tranquilo por aquí. —
Al final ante la petición ajena y bien le indicó donde sentarse pues fue donde aquel cojín libre y ladear la cabeza. Es verdad que no suele revelar muchas de sus habilidades. — Es magia como cualquier otra, magia blanca, también puedo hacer piromancia. Caro que mi transformación no se involucra con algún hechizo o algo, es más a voluntad.. Pero cada que cambio de forma trato de usar algún hechizo para poder hacer aparecer mi ropa. —
