—De cualquier forma, deberías practicarlo para hacerte fuerte y poder hacerlo a voluntad.—

Afirmó un par de veces imaginando ahora patadas de fuego o ráfagas que quemen a los oponentes, o hasta incluso tras golpear a alguien dejar una quemadura en la zona y hacer más daño al enemigo.

—Si, tomar mi lugar mientras estoy buscando a alguien para una pequeña paga que me debe a mi y a mi madre en especial.—

Se tronaría los dedos mientras que solo afirma, aunque aun no tenía idea de como luciría su padre, pensaba golpearle unas cuantas veces en la cabeza.

—Entiendo, entonces es algo como magia básica, está bien, de cualquier forma, tenemos que entrenar esas habilidades de fuego, puede que mejores tus puños si los prendes. Me estoy empezando a emocionar.—

Y se notaba, este se levantaría del cojín de un brinco y solo daría un par de golpes al aire mientras que se quedaba viendo con una sonrisa victoriosa en sus labios.

—Estoy seguro que serás una buena subordinada, cuando no esté en el bajo mundo, tu podrás tomar mi lugar mientras regreso y así cuando vuelva pelearemos por mi trono. Hahahaha—

Tras reír solo afirmó, había encontrado a alguien que podía reemplazar su lugar mientras que pensaba en una forma de encontrar a su padre para hacerle pagar.

Entiende lo complicado que suele entenderse en ocasiones, tampoco es que intentaba hacer que le entrará la incormacion de golpe, tal vez con el tiempo se dé cuenta.

— No es algo que solo yo pueda realizar, es cuestión de querer aprenderlo.. De no haber sido el caso, me hubiera quedado desnuda frente a usted y no queremos eso.. Así que es bastante útil. —

Bien, por lo menos este le sonríe, era buena señal, aunque se ve un poco confundida al hecho de que este posó la mano sobre la cabeza de la pequeña chica, ¿por qué?

— Supongo que sí, ¿de verdad me toma como su subordinada?.. Me pregunto si realmente estaré a la altura, por lo que siento, serias un rival bastante difícil de hacer caer.. Digo a parte de haberme atrapado tan fácil. —

Sí, la verdad no se había negado, pero tampoco es que había aceptado, al final el ya sabrá que hacer de todos modos, solo muestra una sonrisa ladina pero a su vez amable.

Al ver que se sienta, solo se rasca una mejilla al escuchar sus palabras, luego solo afirmaría como si realmente supiera lo que dice, para luego aparentar entenderlo y mencionar.

—Ah... Entonces es así... Cualquiera con magia es capaz de realizar eso... Pensé que era algo completamente suyo, algo que nadie más pueda imitar.—

Al saber eso solo dejó salir un suspiro para así darle una sonrisa un tanto confianzuda. Se sentaría en el cojín para así colocar la mano sobre la cabeza de la mujer, soltando una carcajada.

—Bien usar el fuego está bien, ahora veo que serás una gran subordinada. Tendré que entrenar contigo para explotar tus habilidades al máximo. Ya que yo solo recluto a los más fuertes.—

Si bien él había decidido el hecho de que ella sería su subordinada, al ella no negarse, lo tomó como que aceptó estar debajo de su ala.

— En realidad solo la tome porque pensé que se enojaría y me la pedirías de vuelta. —

Se rasco la mejilla, no estaba mintiendo, y hasta se la iba a entregar, pero al parecer solo el enojo y demás porque se la devolvieran era una fachada. Al menos ella entró con cuidado en silencio, ah, parece que ambos estarían solos, serviría para que pudieran conocerse más, a ella también le intriga que se supone que es él exactamente.
— Por eso está demasiado tranquilo por aquí. —

Al final ante la petición ajena y bien le indicó donde sentarse pues fue donde aquel cojín libre y ladear la cabeza. Es verdad que no suele revelar muchas de sus habilidades.
— Es magia como cualquier otra, magia blanca, también puedo hacer piromancia. Caro que mi transformación no se involucra con algún hechizo o algo, es más a voluntad.. Pero cada que cambio de forma trato de usar algún hechizo para poder hacer aparecer mi ropa. —

—Hey, no lo sé, tu la tomaste tu sabrás lo que haces con una foto mía.— Solo continuaría caminando hasta aquella casa, para abrir la puerta y entrar solo gritaría con una voz enérgica.
— Ya volví ¿Hay alguien en casa?— Después de gritar solo negó un par de veces al no escuchar respuesta por parte de alguien en el interior. Por lo que solo movería los labios haciendo una mueca de disgusto, voltearía a ver a la mujer y solo señalaría uno de los cojines.
—No hay nadie, vamos, platiquemos en lo que regresa.— Tras decir eso, se recuesta en uno de los cojines dejando este a la altura de su costilla, y usando como soporte la mano derecha, para así verle fijamente.
—Cuéntame que tipo de magia usas, me llama la atención ese tipo de transformación.— Tras decir eso plamearía con la mano libre el cojín delante de él esperando a que se sentara.

Espera, esos piquetes fueron extraños, ¿tanta fue la impresión de aquel para hacer algo como eso?, no era la gran cosa o eso pensaba, aunque se sintió incomoda de ver que algo buscaba y no estaba segura de que era, por lo menos se detuvo y no había que golpearlo.
— Ah, eso es bastante fácil.. Requiero algo de magia para volver a tener mi ropa de vuelta.. Entiendo que tengas curiosidad en cuanto a ese pequeño detalle.. No creo que sea bueno estar desnuda frente a otros después de todo. —
Sí, no iba a quedar desnuda en el proceso si llegara a hacer algo como eso, tuvo que aprenderlo a la fuerza para no quedar expuesta frente a desconocidos o sea personas conocidas. Cabe decir que si, le gustan las fotos de ese tipo, que son adorables, suele conservarlas pero sería extraño tener una foto del más alto, sin duda le siguió al final.
— Me gusta la foto, aunque no se porque me serviría tenerla.. ¿Seria un recuerdo? —

Curioso por la transformación solo levanta las cejas y solo le pica la frente con un dedo, luego una de sus mejillas luego su nariz, y por último le abriría la boca para ver si tenía algún tipo de colmillo, luego le movería la cabeza a un lado buscando la mordida de un murciélago.

—¿Cómo haces eso? Transformarte y volver a hacerlo con ropa, me he topado con personas que lo hacen, pero terminan desnudas ya que cambia su físico y las telas no son parte de esta y quedan en el suelo.—

Había visto en la grieta a una chica que se transformaba de igual manera, pero no iba a preguntarle a una peleadora con la que cruzaría puños en algún momento. Luego de tomar la foto solo levanta una ceja.

—Puedes tenerla, solo quiero mostrarla a mi madre, así tendrás la foto del jefe contigo.—

Dejó salir una risa mientras que le despeina para así señalar la dirección de su casa. Donde habían comido dangos hace un día. Luego caminaría esperando a que lo siguiera.