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moroha · F
La legendaria impavidez de Sesshōmaru sembró interés en la shinhanyō. Ese comportamiento medianamente altanero le rememoró a las maneras y palabras rígidas de Setsuna. No cabía duda que eran su descendencia.

Buscaba a dos personas pero el destino me colocó en tu camino. No sé demasiado de ti, pero debo detenerte. — Desenfundó a Kurikaramaru; la espada se jactó de un brillo que la recorrió de extremo a extremo.

¡Prepárate para ser derrotado por la gran Beniyasha! — Era claro lo impulsiva que Moroha llegaba a ser. No meditó demasiado la técnica o estrategia para salir victoriosa. Con tal de asegurarle un futuro tranquilo a Towa y Setsuna, se lanzó de lleno a pelear.

Sesshomaru1572406 · 36-40, M
(...) por qué mentir en ninguna de sus palabras. Sin más, desenvainó su arma, sujetándola a un lado de su cuerpo, con su brazo totalmente extendido y la hoja apuntando hacia el suelo. Seguido a ésto, interrogó, con un tono amenazante camuflado en aquella aparente tranquilidad.

—Beniyasha... Nunca antes había escuchado sobre ti, sin embargo, tú pareces saber más sobre mí de lo que deberías. Generalmente mi apariencia suele ser inconfundible entre nuestra especie, no lo negaré. Pero es demasiado coincidente que clames conocer a alguien más similar a mí. Además, tienes un aroma demasiado parecido al suyo... Sin embargo, no eres él. ¿Por qué te encuentras por estos lares?
Sesshomaru1572406 · 36-40, M
Una notoria expresión de sorpresa se formó en el rostro del demonio, si bien no era una sorpresa desorbitada, el hecho de que su usual expresión sea la de aquella seriedad absoluta que lo caracterizaba, hizo que fuera bastante notorio el hecho de que se encontraba sorprendido. Y no era para menos, en efecto aquella niña no era la mujer que usualmente acompañaba a su medio-hermano en sus aventuras, y desde luego que tampoco se trataba del propio InuYasha, sin embargo, aquel aroma inconfundible que desprendía su esencia era el mismo que se denostaba de su familiar. Sin duda alguna se encontraba totalmente confundido. Solamente por ello se quedó quieto en su lugar tras haber dado esos pasos, escuchando con atención todas las palabras que la niña tenía para expresar. No podía presentir otro aroma en el aire, ni cerca ni a las lejanías de aquel bosque, por lo que podía descartar de que se tratase de alguna trampa, lo que, por consecuencia, podía suponer que la contraria no tendría (...)
moroha · F
a él iba a traerle problemas innecesarios.
Por otra parte, consideró una ventaja dar con el paradero de Sesshōmaru. Si Moroha lograba debilitarlo al menos, el destino del que tanto se preocupó el árbol de las edades sería cambiado. Así Towa y Setsuna no tendrían que pelear contra su padre.
moroha · F
“¿InuYasha?”

Se quedó quieta en los arbustos que aún la protegían. ¿Por qué de pronto tantos nombres aparecían en su vida? Towa, Setsuna, Kagome y su familia, InuYasha. Consideró que el albino erró en pronunciar el alias por el que la comunidad demoniaca conocía a Moroha, así que sin miedo, salió de su escondite.

No soy InuYasha. Soy la gran Beniyasha, cazadora de monstruos. — Apretó los labios. Por un segundo dudó si fue buena idea mostrarse tan temprano, sólo que evitó dejar sus aires temerarios atrás.


Tú debes ser Sesshōmaru. Tienes el mismo aroma que...alguien que conozco — Hasta no tentar terreno, mantendría en secreto la identidad de las gemelas. Supo que no conocieron a su progenitor cuando retaron a la mujer ciempiés en la época moderna, por lo que hablar de ellas frente(...
Sesshomaru1572406 · 36-40, M
que sin perder el tiempo, dio unos pasos en su lugar, re-acomodando su cuerpo para así hacerle frente a la dirección en la que venía aquel aroma. Empezó a aproximarse en aquella dirección, con imponentes pero lentos pasos, siempre conservando la distancia en caso de que el Youkai arremetiera contra él.

—Así que por fin te has decidido en zanjar nuestro asunto de una vez por todas, InuYasha. Debo admitir que nunca lo imaginé de tu parte, siempre huyendo y escondiéndote con tal de proteger a esa patética mujer con la que siempre estás. Y no solamente eso, sino que también decidiste traerla a ella aquí, al final, todos tus esfuerzos resultaron en nada.

Sabía que su hermano era muy impulsivo ante las provocaciones, así que supuso que con ello, lo forzaría a hacer el primer movimiento para así poder contraatacarlo y además, revelar su incierta posición, tanto la suya cómo la de la humana que siempre le acompañaba y que podía sentir su mismo aroma, aunque con cierta particularidad.
Sesshomaru1572406 · 36-40, M
El albino se encontraba caminando por aquellos luminosos y amigables parajes con total calma, algo extraño viniendo de él, debido a que su andar siempre rondaba por la total oscuridad que se ceñía sobre aquel mismo bosque en la nocturnidad. Sin embargo, de vez en cuando, siempre tenía esa afición permanente en él de ir vagando sin rumbo un tiempo, buscando nuevas zonas y, sobretodo, nuevas formas de intentar hacerse con el colmillo de acero de InuYasha, por lo que siempre se encontraba absorto en sus pensamientos en aquellas largas e interminables caminatas.

Sin embargo, esa rutina a la que estaba acostumbrado cambió radicalmente cuando, en una de sus respiraciones, sintió cierta particularidad en el aire que rondaba a sus alrededores. Tras volver a realizar, ésta vez concentrando su olfato en aquel aroma, notó que sin duda alguna era el aroma de InuYasha, y estaba seguro de que así cómo el había notado su presencia, su medio hermano seguramente también lo había hecho. Por lo (...)
moroha · F
*sumergirla en una aventura que no le concierne?

De pronto, entre la mezcla de aromas naturales en el aire, uno en especial saltó a su olfato. ¿Se trataría de Towa y Setsuna? Le agradó, en cierta parte, haber dado con las gemelas muy pronto. Moroha estaba acostumbrada a andar por su cuenta, mas no negaba el agrado que nació hacia ellas.

Apresuró sus pasos, dejándose guiar por la nariz y su respectivo sentido. Estaba cerca, el aroma se intensificaba aunque tuviera tanta naturaleza en frente. Se abrió paso entre arbustos y ramas. Lo que encontró en una estrecha ramificación del río la tomó por sorpresa. Un yōkai con la misma esencia de Towa y Setsuna. ¿Sería...?
moroha · F
¡Towa! ¡Setsu chan! — Colocó las manos a los lados de su rostro para provocar el alza en su tono de voz, a pesar de ser su timbre ya bastante alto e irritante. Habían pasado un par de horas desde que aquél trío regresó de la época moderna, pero el árbol de las edades pareció jugarles una mala treta y decidió lanzarlas años atrás. ¿Cuál sería la finalidad de esa decisión? Moroha, si no mal recordaba, estaba exenta de la misión que el espíritu con apariencia de sacerdotisa le encomendó a las hijas de Sesshōmaru. Ahora que lo pensaba dos veces, cabía la posibilidad de que, al negarse las gemelas a enfrentarse al par de demonios mencionados por el árbol, éste viera correcto transportarlas a una época donde pudiesen enmendar el camino tanto de Sesshōmaru como de Kirinmaru y evitaran las catástrofes del futuro. Pasó de tener las manos cerca del rostro a estacionarlas sobre la cabeza; a ello, secundó un suspiro cansado. Ella no era hija del guerrero, ¿por qué tenían que sumer
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