Adrianne fue llamada para su sesión privada y entró al Centro de Entrenamiento. Le concedieron 45 minutos para impresionar a los vigilantes de los juegos, sabía exactamente qué hacer. Tomó varios cuchillos y se dirigió a la zona donde se proyectaban muñecos virtuales y programó la maquina a nivel difícil. Cuando comenzaron a salir varias figuras, Adrianne comenzó a lanzar varios cuchillos a estos para poder destruirlos, fueron en total 50 cuchillos los que lanzó y cuando terminó, apenas y jadeaba.

Después de esto, tomó a un muñeco falso y lo colocó al fondo del Centro. Tomó una lanza y se fue al otro extremo de la sala. Viendo a su objetivo y apuntando la lanza, logró lanzarla con fuerza y clavandola justo en centro de la frente. Sonrió de manera "maquiavelica", y se retiró de la sala.

[2]... había pensado. La Torre de tributos se iba a quedar sin electricidad dentro de 5 minutos. Durante esos 5 minutos, Adam tomó varios cuchillos, lanzandolos hacia las imagenes de realidad virtual. Faltaba un minuto y medio, todo se detuvo. Las imagenes comenzaron a bailar al ritmo de la música que había puesto Adam anteriormente y él haciendo lo mismo.

5, 4, 3, 2, 1...

Se apagaron las luces, todos los sistemas de seguridad quedaron desactivados. Adam aprovechó para poder escaparse del Centro de Entrenamiento y a su vez, de la torre de tributos y huir por el Capitolio hasta las afueras. Comenzó a correr por los pasillos de la torre, era cuestión de segundos para que volvieran a activar todo. Estaba a 10 metros de la salida, cuando se volvió a iluminar todo el edificio, dejandolo ver a agentes de la paz justo delante de él.

[1]... Adam se encontraba en la sala de espera junto a los demás tributos para que su nombre sonara en todo aquel lugar. Para hacer menos pesada la espera, comenzó a platicar con la chica del distrito 6, Sam. Pasados unos minutos, la voz de una mujer se escuchó claramente.

- Adam Fullagar, distrito 3.

Adam se levantó y caminó hacia la entrada del Centro de Entrenamiento para su sesión privada. Una vez dentró, se le informó que solamente tendría 30 minutos para impresionar a los vigilantes del Capitolio, quienes bebían vino mientras lo observaban. Adam se dirigió al centro de ajustes y desplegó el menú en la pantalla. Conocía aquella maquina, las diseñaban en el distrito 3. Adam comenzó a cambiar algunos codigos, después de unos cuantos minutos, en la sala se podía escuchar música. Se dirigió a otro panel, que activaba personas de realidad virtual para que los tributos pudieran practicar su puntería o uso de armas. Adam continúo modificando codigos, hasta obtener lo que...