— Puedo hacerte el desayuno. Peeeero no ye lo voy a traer ¡No soy tu mayordomo!

Le dan unos toquecitos en el hombro.

— ¡Vamos! Arriba, acompáñame a la cocina.

— Ni siquiera he desayunado, me quedé aquí. ¿Me lo haces?

— Pero...

Arqueó una ceja, ya sabía qué decir.

— Me voy a comer tu desayuno si no te levantas.

— ¡Mm..No! — Solo se mueve para quedar de costado, no tiene voluntad pasa nada.

— ¡ES SÁBADO! No puedes tener tanta pereza ¡Vamos, arriba!

— Hay mucha pereza. Jm.~

— No sé que dice ahí. Pero tu mamá por si las dudas.(?)