Retuvo el aliento por un momento. Unas palabras demasiado fuertes acaban de ser declaradas que abrió los ojos de golpe. Un leve temor y ansiedad cruzaron por sus luceros; sin embargo, este amor que crecía dentro de ella, jamás se podría negar a partir de ahora, y era momento de demostrarlo.

Volviendo a ponerse de puntillas, acercó lentamente su boca a la ajena. — ( . . . ) —Aguardó un momento en el que sus mejillas se calentaban cada vez más. —... Yo también... —¡Yo también te amo, Seiya! —Sin esperar más junto sus labios con los ajenos derramando un par de lágrimas. Una confesión en un vestidor era de los pocos escenarios ideales que se le haya cruzado alguna vez. Sin embargo, nunca se arrepentirá si era el comienzo de algo nuevo con Fighter.