Retuvo el aliento por un momento. Unas palabras demasiado fuertes acaban de ser declaradas que abrió los ojos de golpe. Un leve temor y ansiedad cruzaron por sus luceros; sin embargo, este amor que crecía dentro de ella, jamás se podría negar a partir de ahora, y era momento de demostrarlo.
Volviendo a ponerse de puntillas, acercó lentamente su boca a la ajena. — ( . . . ) —Aguardó un momento en el que sus mejillas se calentaban cada vez más. —... Yo también... —¡Yo también te amo, Seiya! —Sin esperar más junto sus labios con los ajenos derramando un par de lágrimas. Una confesión en un vestidor era de los pocos escenarios ideales que se le haya cruzado alguna vez. Sin embargo, nunca se arrepentirá si era el comienzo de algo nuevo con Fighter.
-Como Seiya tenia un completo control de sus emociones por lo que al transformarse en Sailor Star Fighter este control se mantenía, llegando incluso a verse y actuar de forma mucho mas coqueta. Aunque ahora que su cuerpo cambiaba sin pasar por la transformación de Sailor, sus emociones eran un completo lio.-
-Estando como Seika se mostraba coqueta y juguetona, aunque en momentos como el que estaba viviendo sus emociones se descontrolaban. El amor y deseo de estar con su amada bombón detonaba de esa forma en sus emociones. -
En... Enseñarte... -Trago saliva y fijo la mirada en los tiernos labios de Usagi, encochada en esto logro calmar su mente y simplemente se dejo llevar por el momento. Dio una pequeña y tímida lamida en sus labios para después besarla tan amorosa que se sintió flotar en una nube.-
-Tomo sus manos y entrelazo sus dedos con los de ella, el beso duro hasta que sus pulmones necesitaron oxigeno...
(4) Pestañeo varias veces sin saber cómo esto afectaría a la pelinegra. En su voz carecía la malicia, pura curiosidad, anhelo y necesidad de afecto abundaban. Y, tal vez, algo de calentura en su respiración que ya desbordaba al estar tan cerca... —¿Me enseñarás...? Hm~ —Acercó su rostro un poco más. Un pequeño espacio, un poco más y sus labios... Ya no habría vuelta atrás.
(3) No sabía si su beso sería rechazado, pero la única medicina para su propio cuerpo que estaba a punto de encenderse con la pólvora de la creciente atracción entre ellas; un ósculo necesitado que no le importaba estar en un vestidor con solo el seguro de la puerta como candado de privacidad.
Se encontraba de puntillas antes de acercarse lo suficiente para que sus propias respiraciones se mezclaran. La ansiedad de fundirse ahí mismo la estaba carcomiendo. Se contuvo de hacer algo realmente estúpid0. —..."Seika" —Pronunció el "nombre" de su amada estrella fugaz como una mujer necesitada del agua que le ha sido prohibida. Esos preciosos labios... los anhelaba con los suyos. —¿...Es acaso lo que los "adultos" hacen? —Y he aquí donde aún conserva cierta inocencia en su interior. Haruka le dijo muchas veces que hay algunas cosas que solo los "adultos" hacen, y que ella no debería. Pero, por una vez, quiere ser desobediente. No le importa si la regañan más tarde.
(2) Su propio rostro se calentó en rojo vibrante, sus manos sudaron tanto que quería limpiárselas con su falda. El aire que respiraba se mezclaba con el contrario lentamente transformándose en un ambiente sofocante; un imán seductivo que, instó a que su propio cuerpo se acercará al contrario. Era muy notable la diferencia de altura, aunque "Seika" se refirió a ella como "onee-sama" era obvio que Usagi era muy baja, llegándole justo a los pechos.
Este mismo hecho la enfurruñó un poco que no pudo evitar hacer pucheros, tendría que ponerse de puntillas.
Apoyando ambos brazos en los contrarios, sus ojos se ahogaron con los ajenos en el océano profundo de su mirada; este extraño fuego en su interior aclamaba por dejarse tragar. Su propio pecho se apegaba a aquel busto voluminoso, grandes, atractivos para su propio gusto que tenía este raro deseo de apretar; sin embargo, siguió en lo suyo de acercar su rostro al de la estrella.
(1) —¿...Eh? — Los circuitos en su cabeza destellaron varias veces, tal vez, la situación en la que se encontraba le fue totalmente ajena. Parecía que ambas habían entendido el final del acto de manera diferente, aunque el principio era el mismo.
Sus padres nunca conocieron a Darien, jamás se enteraron de que tuviera alguna pareja de por medio. Tenían esta extraña idea de que llegara "muy santa" al matrimonio, además de que ellos mismos querían evaluar a su futura pareja -sin mencionar que sería mil veces mejor si nunca se casará- con requerimientos que iban demasiado alto a las expectativas. Por lo que, era invaluable que evitarán dejar rastros de potenciales pretendientes. Eso incluía evadir señoras chismosas como Ishihara-san.
Todo esto fue para evitarles problemas a ambas. Así que, ¿por qué ahora se siente tan desconectada del mundo...? ¡¿Y por que Seiya se ponía tan roja y decía cosas demasiado raras?!
-Noto, o al menos pensó que Usagi no habia entendido las supuestas miradas que les hacia la encargada, aunque luego de meditarlo un poco incluso ella dudo un poco, "Sera que me precipite?"-
-De pronto Usagi la toma de la mano y la lleva al probador, se dejo guiar pero luego cuando la puso contra la pared su corazón latió a mil por hora, marcándose un rubor en sus blancas mejillas.-
B-Bomm... Que... Que p-pasa?
-Sus emociones eran lio y miles de ideas llegaron de golpe a su cabeza, en ese momento vio a Usagi de verdad como alguien mucho mas madura que ella, tomando las riendas de la situación para meterla de esa forma al probador. Trago saliva y por lo nerviosa que estaba no presto mucha atención a lo que Usagi le decía.-
-"Hermana mayor, Usagi, entonces yo soy la menor?". Sintio como si le fuera a salir humo de las orejas e incluso se imagino algunas cosas raras, de hecho cuando Usagi se acerco mas a ella no pudo evitar el asustarse.-
(3)A pesar de su fatiga, dejó que el cariño se filtrará en su voz. Todas estas locuras que le sucedían le recordaban a tantas travesuras que han pasado antes en la preparatoria que recuerda con mucha melancolía.
Sacudió un poco su cabeza eludiendo memorias pasadas para concentrarse en el presente, específicamente en "Seika". Entre más tiempo pasaba observándola, más aguanto pequeñas risas de sus labios. —¿...Usagi-nee-chan? —¡De acuerdo! ¡Ya no puede resistir más! —No sabías que era tu hermana mayor. La última vez que supe que tenía hermanos, solo era uno y es varón como menor de edad. —Susurró a pesar de que su rostro se volvía cada más difícil de soportar puesto que, endurecía sus facciones para evitar carcajearse.
Miró varias veces arriba, parpadeando en varias ocasiones, tratando de alejar las lágrimas de la burla. Ay, ¿pero qué cosas se te ocurren, Seiya? Aún estaba fuera de su comprensión por qué hizo eso su querida estrella. Al menos, después de mucho tiempo, logró sonr
