(3) No sabía si su beso sería rechazado, pero la única medicina para su propio cuerpo que estaba a punto de encenderse con la pólvora de la creciente atracción entre ellas; un ósculo necesitado que no le importaba estar en un vestidor con solo el seguro de la puerta como candado de privacidad.

Se encontraba de puntillas antes de acercarse lo suficiente para que sus propias respiraciones se mezclaran. La ansiedad de fundirse ahí mismo la estaba carcomiendo. Se contuvo de hacer algo realmente estúpid0. —..."Seika" —Pronunció el "nombre" de su amada estrella fugaz como una mujer necesitada del agua que le ha sido prohibida. Esos preciosos labios... los anhelaba con los suyos. —¿...Es acaso lo que los "adultos" hacen? —Y he aquí donde aún conserva cierta inocencia en su interior. Haruka le dijo muchas veces que hay algunas cosas que solo los "adultos" hacen, y que ella no debería. Pero, por una vez, quiere ser desobediente. No le importa si la regañan más tarde.