« Back to Album · Next »
” ι've вeen waιтιng ғor a gυιde тo coмe and тaĸe мe вy тнe нand, coυld тнeѕe ѕenѕaтιonѕ мaĸe мe ғeel тнe pleaѕυreѕ oғ a norмal мan?”

El mayordomo balanceaba delicadamente una copa con agua mientras se dirigía hacia el conde Phantomhive situado a la otra esquina de la mesa del comedor.
Ese hombre estaba ciertamente complacido por aquel macabro paisaje. Cinco hombres agonizando en el suelo. –Joven amo, ciertamente es despreciable atacar al ser humano por sus pasiones, envenenando sus copas. Dejó la última copa en la mesa frente al niño, colocando una rosa sobre ésta.
 
Newest First | Oldest First
El conde traga con fuerza intenta controlarse no sé qué pretendía hacerle a Ciel, pero como es un demonio más que todo es como juego para el.

— ¿Q-qué lo que prentendes hacerme?. .

Pregunto el conde moviendo una de sus piernas mordiendo su labio inferior, sin dejar de ver aquel contrario que lo miraba fijamente al conde. Los cachetes del conde se encuentra ruborizadas los latidos seguían presentes.

— ¡Tch! ¿¡A-acaso pretendes hacerme con lo que le hiciste a ella idiota?!
Sonreía con malicia. Podía sentir con claridad el nerviosismo del menor e incluso sus sentidos eran capaces de percibir los latidos del corazón. Su mirada se perdió intencionalmente durante unos segundos sobre los finos labios del chico, remaliéndose los propios no con mucha sutileza.

Una vez dirigió la mirada de nuevo al único ojo azul descubierto, de nuevo le sonrió. Se le había formado una curvatura sujerente, juguetona, en su rostro.

Su diestra finalmente soltó las finas facciones del menor para luego posar cuidadosamente su mano sobre el pecho del menor, deslizando lentamente su mano a lo largo del abdomen.

–Joven amo, usted no es tan inocente como para no saber algunas cosas. ¿Recuerda el caso de las “señoritas de compañía“? Apuesto qué aunque conoce su trabajo no sabe realmente cómo funcionan las cosas. ¿Quisiera saberlo? Ahora lo podrá comprobar.
— ¿P-probar?. .

Trago con fuerza al saber que lo que quería el demonio con su amo, parpadeo dos veces su corazón comenzaba a latir con rapidez.

Las palabras se le fueron rápidamente parpadeo dos veces más, tragando con fuerza pensando que responderle.

— N-no juguetes demonio. .

Comentó entre cortando las palabras para así agarrar su brazo queriendo apartar sus manos de su rostro.

— . . .

El conde reaccionó al recibir algo que nunca pudo recibir de un demonio, quedando impresionado con sus acciones. Sin haberle dicho que "si un sí o un no"
–¿No? ¿Está seguro?

Tan pronto como el niño comenzó empezó a negarle la comida se detuvo y de nuevo adoptó su postura erguida no por obedecer sus órdenes sino por todo lo contrario. Se iba a burlar un poco más.

Una vez dejó sobre el plato ambos cubiertos, sus manos fueron directamente hacia las mejillas ajenas. Su diestra sostenía con delicadeza la mejilla de menor mientras que la zurda terminó por deslizarse hacia su barbilla, para inclinarla levemente hacia arriba y así lograr que el chico levante su mirada.

El demonio lo miraba fijamente a los ojos y poco a poco comenzó a acercar su rostro al ajeno, ladeando la cabeza al encontrarse muy próximos, denotando ciertas intenciones.

–¿Sabe, joven amo? Algunas veces tiendo a ser muy cariñoso con esas chicas. ¿Desearía probar?
— ¡¿E-ehhhhhhhhh?!. .

Su ojo se abrió ¿Es enserio? Viene lo más vergonzoso lo está tratando como un bebe. Niega hacerlo aunque haga estas cosas.

— ¡N-no voy abrir mi boca déjate de juego demonio!. .

Frunció el ceño teniendo un pequeño tic nervioso en una ceja, es desagradable que lo traten como si fuera un bebé de 1 año.

— ¡Tch!. .

Soltó un chesquido entre diente, poco a poco su cachete se tornan de un color carmín.

— ¡D-dije que no, que no entiende idiota!
Aquel hombre jamás desaprovecharía una oportunidad para burlarse de su amo, por lo que se apuró a responder tras soltar una suave y maliciosa risita.

–¿Está celoso, joven amo? Recuerdo haber sido agradable con la última chica, pero con usted soy especial, lo trato como a todo un niño mimado.

Tras aquellas palabras tomó el tenedor y cuchillo para cortar un trozo de carne y acercarlo a los labios del menor.

–Por favor, diga “Aaah. ~“

Comentó en un tono ciertamente burlón.
— No, pero mucho tienen curiosidad por mi, pero más por ti ya que tu rostro llama mucho la atención. . .

Sabía que el demonio siempre se encuentra rodeado de mujeres por su hermosura, pero el conde siente como ¿Celos? a ver aquel mayordomo conectarse en las conversaciones de las contrarias.

— Yo tuve que detener la conversación tú y la chica con la que hablabas impedía hacer el caso. .

Si, es cierto, eran celos de un niño amargado, siempre quiere a tener a su mayordomo amarrado y no dejarlo con ninguna chica.

— Porque eres un idiota. .no te dejaré con ningún si no tendrás tu castigo. .

Volvió a decir un tanto molesto, para levantarse de la silla así irse a la oficina.
–Sin embargo, su ponzoña terminará por clavarse en sí mismo. Se ahogará en su propio odio.

Una vez situado a un lateral del menor, tomó una servilleta y se agachó para mirarlo frente a frente a medida que comenzaba a deslizar con delicadeza la servilleta por los alrededores de los finos labios ajenos.

Había una leve pero muy significativa sonrisa dibujada en el rostro del mayordomo, como si realmente disfrutara de ver a su amo en aquella situación.

Una vez cruzaron miradas su leve sonrisa se tornó algo más sugerente. Si dependiera de él probablemente ya habría tomado su postre, pero la espera sin dudar lo haría aún más delicioso.

–En verdad todo Londres se sorprendió de que un niño pudiera realizar este tipo de trabajos sucios al servicio de la corona. Ellos en verdad no saben nada de usted, ¿Cierto?
Este se encontraba comiendo de su comida, mientras saboreaba cada bocado picándolo con los cubiertos.

Llevarlo a la boca, dirigió la mirada aquel objetivo, si los humanos solemos tener nuestro veneno a la hora de atacar.

— Si, cada uno tiene su veneno, sabemos defendernos con palabras fuertes no necesitamos caernos a golpes, pero cuando se trata de atacar uno prefiere evitar que estar allí.

Es absurdo pelear por una siempre estupidez por eso es que el mundo es como es con. . .

Comentó terminado su platillo volteando la cabeza hacia otro lado.

Add a comment...
 
Send Comment