Watashi wa tanjun'na shitsujidesu (Solo soy un simple mayordomo)
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holynekofuun · 22-25, M
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[code]Siento la demora. Aqui le dejo mi turno.[/code]
[code]Siento la demora. Aqui le dejo mi turno.[/code]
Se encontraba fastidiado por no saber que hacer, herido por las mentiras de aquel que había considerado su mejor amigo, harto del mundo en el cual era rodeado; solo deseaba ser aquel singular felino que había sido hace 4 años y 6 meses, aquel corriente felino que era feliz aun cuando se encontraba cobijado por la soledad, víctima de innumerables golpes e insultos por aquellos 'homo sapiens' que odiaban profundamente su oscura apariencia que lograba perderse en la noche y lo que lo llevo a perder una parte de su larga cola. Caviloso deseaba borrar aquella galería de sus memorias que en el pasado había cuidaba con tanto afán, pero que ahora le herían profundamente, si tan solo pudiese borrar esos recuerdo en su totalidad, dejaría de sufrir de tal manera y dejaría de sentir ese rencor tan profundo.
Ahora como alma errante se encontraba sin rumbo alguno. Con paso tranquilo recorrió la polvorienta y cascada acera de bloques adoquinados bajo el manto nocturno. Simples ropajes oscura cubrían el pálido y delgado cuerpo del chico, hundió sus manos en los bolsillos de su chaqueta oscura, a pesar de que hacia frió aquel vagabundo cual humanidad era la de un joven de 16 años, (Que bajo esa apariencia ocultaba en su interior una criatura demoníaca) no lograba sentir las frías caricias del helado viento que lograse alborotar su oscura cabellera incapaz de ocultar su mirada impávida cual orbes carmesí; cuya pupila vertical era mímesis de los ojos exóticos de cualquier felino, su paso lento no se debía al poco entusiasmo si no al hambre que tenia, cuyo alimento se conformaba de almas humanas y de las cuales solo un demonio se podía alimentar, pero, alimentarse con almas humanas para el era una aberración, solo encontrar un acogedor lugar para descansar y recuperar un poco de sus fuerzas, solo eso bastaba para seguir sobreviviendo, así desvió su camino en busca de ese lugar, pero antes debía regresar a su forma original.
Entro a un callejón para no ser visto por las pocas personas que a esa hora a un transitaban por los alrededores de aquella ciudad, acompañado únicamente por la luna que apenas podía asomarse entre las nubes que comenzaba a cubrir el cielo nocturno, anunciando que muy pronto una fuerte tormenta azotaría el lugar. Y así prosiguió dejando que una niebla negra comenzara a cubrirlo por completo, reduciendo su tamaño, la niebla que lo cubría fue dispersándose hasta difuminarse por completo revelando la nueva apariencia del chico; un felino negro. Concluyendo aquel acto salió del callejón solo para continuar con su camino.
