-Ha estado viendo a un chico gato por los rumbos y su curiosidad fue mayor, por lo que pensó que sería buena idea ser un gato también para ver que se sentía-
No tardaré solo espérame —le guiña uno de sus verdes ojos y desaparece del lugar para luego regresar pocos minutos después con una bolsa repleta de manzanas— Como no sé cuales te gustan, traje manzanas rojas, amarillas y verdes — le comenta mientras se agacha, dejándole la bolsa al pequeño —Por cierto... ¿Vives por acá? —pregunta con una mueca de duda—
-Nuevamente se quedó mirando al chico gato, dilatando sus pupilas al querer la manzana. Terminó saliendo y mirando alrededor, al parecer había desaparecido y se encogió de hombros, volviendo a girarse hacia él-
— Se percata de la presencia de la chica, asustándose también un poco— Buenas tardes, ma'am , no la vi venir —dice cortesmente para luego ladear su rostro al ver al pequeño mientras le sonríe con confianza y seguridad, tratando de que el pequeño se sienta igual— Al parecer le pareces adorable a muchas personas Wally ¿No quieres salir a saludarla? —pregunta invitándole — Si lo haces, te traeré una manzana, como las que te gustan —amplía su sonrisa, levantándose del piso —
-Escuchó ese grito que lo dejó un tanto inquieto, utilizando al chico como escudo en reflejo antes de asomarse un poco, volviendo a escucharlo y asentir.-
Me gusta mucho pintar, las manzanas y...
-Se quedó pensativo, realmente no tenía demasiados hobbies, aunque su sonrisa volvió al mirarlo fijamente.-
—Se inquieta un poco al mirar sus ojos, ladeando la vista mientras sonríe al escucharle— Jejej...je.. Ya veo, eres Wally —piensa por unos segundos en como amenizar el ambiente, volteando a verle de nuevo— ¿Y cuáles son tus hobbies Wally? ¿Qué te gusta hacer? —pregunta de forma amigable— ¿Te gustan los gatos?
-Con cada pregunta resuelta, sus ojos se dilataban más cual si fueran una pupila por sí misma, intentando mover sus orejas como él aunque estas no eran reales si no un pequeño adorno que acomodó en su cabello. Terminó por mirarse un momento, extendiendo las manos y viendo sus dedos, sólo 4, volviendo a bajarlas para observar al chico una vez más.-
Yo soy Wally~
-Respondió con sencillez, él se concebía de esa manera, un "Wally" a pesar de que realmente era una especie de títere con vida.-
—Escucho al pequeño hacer tantas preguntas sintiéndose un poco abrumado por eso y por la mirada que le echaba, atinando a reír de forma nerviosa— Jajaja pareces estar bastante curioso con respecto a este gato. —Procede a sentarse en el suelo, cruzando sus piernas— Yo soy un super héroe, uso mi traje para que la gente no pueda saber mi identidad y así combatir a los villanos con más facilidad. —baja un poco su mirada a verse a si mismo— El traje es bastante cómodo, aunque pueda parecer todo lo contrario, veo perfectamente con el antifaz y mientras tenga el traje puesto puedo mover mis orejas, así que por el momento creo que si son reales. —hace un leve movimiento con sus orejas mostrándole para luego voltear a verle de forma amigable mientras le sonríe —¿Y tú qué eres? ¿también eres un gato? —pregunta incrédulo y con duda—
-Repitió con calma, mirándolo fijamente, tan fijo que a pesar de ser sereno, sus ojos eran inquietantes por un largo plazo, especialmente al no parpadear-
¿Eres un niño o un gato? ¿Por qué usas ese traje? Los gatos son peludos pero tu no, te marca mucho el cuerpo ¿No te incomoda? ¿Puedes ver bien con esa cosa en la cara? ¿Tus orejas son reales?
-No se limitó en hacer una pregunta tras otra, con genuina curiosidad ante tantas nuevas dudas.-
