En orden, Jean había practicado. Ponerse contra un pared había servido para establecer sus nervios en su lugar. En peores momentos sus ojos dejaban de ser verdes y se volvían pesados y emanaban un color brillante dorado. Solo retrocedió, por que era ella misma y se tocó el rostro con ambas manos. Respiró tan profundo como pudo, y negó.
— Todos son buenos e increíbles. Merece un lugar en este equipo y a ti como su líder.— Susurró la pelirroja con más lentitud que antes.
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— Admito que ha sido un camino muy duro, y tan admito que todavía me cuesta trabajo controlar a Fénix. Con el mínimo desorden mental amenaza con esparcirse fuera de mi, y eso me preocupa. Me preocupa que usted estén cerca de mi.— Ella apretó su mano, un enlace mucho más cercano que cualquier abrazo del pasado; era especial y es qué siempre había sido su soporte.
Su preocupación se notaba en sus ojos, aquellos verdes que en vez de ser brillantes y esperanzadores de encontraban cansados y agobiados. No había nada más que hacer, que vivir así, evitar soñar a enigma espacial y luchar cada día contra ella.
— Perdón. Tú siempre has sido tan fuerte y determinado, y ahora mismo ¡Soy un total desastre! ... Ya sé cuánto te ha dolido. Y lo siento. No merezco estar aquí, donde todos intentan reconstruir algo, algo que podría destruir.
Su mano se alejó inmediatamente, era como si el fuego empezará a quemar sus extremidades. Ardía y dolía un poco, ¿Eso era culpa? Debía siempre mantenerse
Nunca la habría superado del todo, y eso era algo bien sabido. Lloró su partida durante tantas noches que, perdió la cuenta, noches en las que sólo dormía cuando se quedaba sin fuerza, y sólo dormía para soñarla. Sí, aún en ese momento cuando la tenía ante sus ojos, la seguía añorando. Y sabía en el fondo que todo esto era recíproco, pero tampoco podía actuar como si nada hubiera pasado. Ella también estaría conmocionada con su reciente retorno, confundida, tal vez. Y necesitaría mucho tiempo, quizá, en recuperarse por completo. Pero había algo que sí era seguro, y era que él siempre sería el refugio de Jean Grey y la protegería, sin importar qué.
— Ya podrás verlos a todos, a los que están, y conocer a los nuevos integrantes. Emma es una de ellas, espero que puedas confiar en ella alguna vez. Es más franca y más dura para actuar, pero ha sido un buen elemento, quizá el mejor de todos. Sin ella no estaríamos aquí y sé que hará todo por ayudarte.
Sabía exactamente lo que esa breve pausa significaba; Jean ahora entre sus pensamientos. Su mirada la delató, y ello disipó, de pronto, toda incomodidad o tensión que pudo haber entre ellos hasta ahora. Quizá para este momento, la pelirroja ya sabría lo decepcionante que había sido para el cíclope no haberle dado un recibimiento más apasionado como el que tantas veces tuvieron en sus sueños. En varias ocasiones abrió la boca para acotar algo, pero ahora que ella tomó su mano, las palabras parecían sobrar. A veces ella le facilitaba las cosas cuando de profanar su mente se trataba.
— Sé que lo sientes. Y sé cuánto has sufrido desde entonces. — Tomó la pequeña mano de la ojiverde entre la suya, afirmándola como garantía de que no la iba a soltar, ni literal ni metafóricamente. Él había seguido con su vida, o mejor dicho, siguió haciendo lo que le correspondía, reconstruir sobre las ruinas que ella dejó con su partida, tanto en el mundo que conocían, como en él mismo.
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— Ya. Ella parece hacer un buen trabajo. — comentaba la pelirroja, no usaría más su lectura mental..— Me ha dicho que está dispuesta a asesinarme si es necesario...no la culpo. [image removed]
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Tenía que mantener una sonrisa siempre, era algo que se le daba naturalmente y que expresaba lo que en ese momento quería decir..volver le hacía sentirse tranquilo y relajada. Sentía mayor capacidad de control sobre ella misma y el enigmático ser ícono de la fuerza fénix. Si no fuera así, no hubiera vuelto.— Espero verlos a todos. Amigos, ellos me llenan. — Indagó un poco en su mente, sin mucho esfuerzo podía descubrir sus emociones sin que el lo supiera...aún que el sabía que lo haría. Jean se arregló el cabello detrás de una oreja y agregó.—También tu. Tú también eres importante..muy siento mucho lo que pasó. —Extendió su mano hacía el; era algo así..para saber que todo estaba bien..—
— Me he encargado de mantener las cosas tal como Charles las dejó. — Se jactó, disfrazando la melancolía en su voz cuando se tomó un momento para respirar profundamente. — Ororo sabe de tu regreso, ya quiere verte. Le tomará unos días regresar de Wakanda, tenía una reunión importante con Namor y el Rey T'Challa... pero todo eso ya lo sabes. — Dijo con nerviosismo, desviando la mirada al piso mientras sonreía para sí, pues a estas alturas la pelirroja ya habría visto y escuchado sus pensamientos. Incluso se avergonzó de sí mismo cuando la falta de costumbre le jugó una mala pasada al hacer aparecer en sus pensamientos una imagen de él recibiéndola en sus brazos. Esperaba que sus ejercicios mentales dieran frutos y se creara una barrera en sus pensamientos. — Sí, pareces más tú misma esta vez. — Retomó al fin el hilo de la conversación, aunque ello ahora le llevara a un recuerdo más amargo y doloroso: la última vez que la vio. — Así que ya te
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— ...La mansión no ha cambiado mucho. Exploté, y vi incluso el salón donde impartía clases.— Dijo está suavemente mirando al líder del nuevo equipo. — Todo parece estar en orden. Debes saber qué, Fénix está "bajo control". — Tenía que dejar eso en claro.
— Eso espero, Jean. — Resopló el castaño, aparentemente exhausto. Ni bien puso un pie en la mansión, cambió el visor por sus habituales gafas de rubí, y ello se le hizo más cómodo para dirigirse a la pelirroja; parecía que el tiempo no había pasado sobre ella. Sonrió entonces, con timidez y cierta inseguridad, ambos adjetivos eran casi impropios de él. — ¿Cómo te has sentido? Sé que muchas cosas han cambiado.
